tag:blogger.com,1999:blog-12622064188169828202024-01-26T00:33:18.854-08:00.Mario Bahamonde Silvahttp://www.blogger.com/profile/04540264442651574615noreply@blogger.comBlogger9125tag:blogger.com,1999:blog-1262206418816982820.post-85703561207830739222007-07-14T20:31:00.000-07:002007-07-14T20:32:22.932-07:00BIBLIOGRAFÍA DE MARIO BAHAMONDE (ordenada cronológicamente)<div align="left"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">1943 Tres cuentos del Norte.<br /> Antofagasta. Imprenta Macfarlane. 61 páginas.<br /> Certamen municipal. En orden de méritos: “El cara’e picante”, de Mario Bahamonde, “La Justicia” (A. Ramírez B.) y “Los 60 pesos de Lucho Rivera” (M. Durán Díaz).<br /><br />1945 Pampa Volcada.<br /> Santiago. editorial Cultura. Col. La Horda. 85 páginas.<br /> Tres cuantos de ambiente pampino y una referencia al autor de Nicomedes Guzmán.<br /><br />1948 Revista ANTOFAGASTA.<br /> Con ocasión de oficializarse el 14 de Febrero como día de la ciudad. Artículo sobre Juan López.<br /><br />1948 El silencio sobre la tierra.<br /> (El cuento en Chile). Santiago. Editorial Nascimiento. Atenea Nº 279/280. Antología de la Universidad de Concepción.<br /><br />1951 De cuán lejos viene el tiempo.<br /> Antofagasta. Ediciones Grupo de letras. Imprenta Escuela Pública Nº 9. 139 páginas.<br /> Cinco cuentos de ambiente pampino.<br /><br />1955 Huella Rota.<br /> Santiago. Editorial Nascimiento. 39 páginas. Novela corta sobre la persecución obrera en Chuquicamata. Primer Premio Municipalidad de Antofagasta.<br /><br />1956 Ala Viva.<br /> Antofagasta. Imprenta Liceo de Hombres. Mignon. 58 páginas. También en libro de Lectura Enseñanza Media L.N.A. Editorial Universitaria S.A.<br /> Cuento sobre pájaros marinos.<br /><br />1960 16 Poetas Nortinos.<br /> Antofagasta. Imprenta Liceo de Hombres. 139 páginas. Selección de poetas nortinos. Certamen Literario Grupo Letras.<br /><br />1961 Antofagasta, pasión y poesía.<br /> Antofagasta. Imprenta Liceo de Hombres. 72 páginas. Grupo letras. 14 autores cantan a la ciudad.<br /><br />1962 Y al Norte... la poesía.<br /> Antofagasta. Imprenta Liceo de Hombres. 66 páginas. Grupo Letras. Certamen de Poesía Municipalidad de Antofagasta.<br /><br />1962 Ala Viva y El silencio sobre la tierra.<br /> En selección de autores nacionales. Alejo Roa Bleck S.D.E. Santiago. Editorial Saleciana. 127 páginas.<br /><br />1965 Poemas y Grabados.<br /> Universidad de Chile. Antofagasta. Departamento Artes Plásticas - Servicio de extensión Cultural.<br /><br />1965 “El viejo periodismo Nortino”.<br /> En Revista de Cultura Universitaria ANCORA Nº 1. Universidad de Chile, sede Antofagasta.<br /><br />1966 Antología del Cuento Nortino.<br /> Santiago. Editorial Universidad S.A. 369 páginas. Aparece Ala Viva.<br /><br />1966 Antología de la Poesía nortina.<br /> Santiago. Editorial Universitaria S.A. 149 páginas.<br /><br />1966 Paposo: la olvidada historia de un pueblo.<br /> Santiago. Revista de Carabineros Nº 139. Páginas 56/62.<br /><br />1966 3 sonetos.<br /> Antofagasta (Tarjetas).<br /><br />1966 En el horizonte de los años.<br /> Cuento. Bogotá, Colombia. Revista Espiral Nº 98. Páginas 69/78.<br /><br />1966 “Cateadores, carreteros y otros tipos humanos”.<br /> En VIAJE Nº 397. Noviembre de 1966. Mensuario editado por la Empresa de Ferrocarriles del Estado. Página 19.<br /><br />1967 En el horizonte de los años.<br /> En Revista de Cultura Universitaria ANCORA Nº 3. Universidad de Chile, sede Antofagasta. Páginas 143/148.<br /><br />1967 Cronología de Antofagasta.<br /> Revista de Cultura Universitaria ANCORA nº 3. Páginas 11/31.<br /><br />1967 “El Nortino” en Revista ERCILLA nº 1681.<br /> Edición especial. Reportaje a un País llamado Chile. 23 de agosto de 1967. Páginas 21/23.<br /><br />1968 8 Sonetos.<br /> Santiago. Litoral Nº 5.<br /><br />1968 Abraham Jesús Brito y la poesía popular nortina.<br /> Revista de Cultura Universitaria ANCORA Nº 4.<br /> Universidad de Chile, sede Antofagasta. Páginas 37/44<br /><br />1969 “el care’e picante”.<br /> En Antología de Cuentos Chilenos, de Nicomedes Guzmán. Santiago. Editorial Nascimiento.<br /> <br />1969 El relato literario en el Norte de Chile.<br /> Antofagasta. Universidad del Norte. Primer Seminario Internacional de Literatura Hispanoamericana. Páginas 79/98.<br /><br />1970 “Les vengo a contar”.<br /> (Poema). En Revista CUMBRE Nº 17. Liceo Coeducacional de Calama. Páginas 16/18<br /><br />1971 “Nombres regionales nortinos”.<br /> En Revista de Cultura Universitaria ANCORA Nº 5. Universidad De Chile, sede Antofagasta. Páginas 64/72.<br /><br />1971 Guía de Producción Intelectual Nortina.<br /> Antofagasta. Servicio de Extensión Universitaria. Universidad de Chile. Trabajo de investigación y difusión. S/n de páginas.<br />1972 “El viento del desierto en la poesía de Pablo Neruda”.<br /> En Revista de Cultura Universitaria ANCORA Nº 6. Universidad de Chile, sede Antofagasta. Páginas 61/65.<br /><br />1972 Soledad en la puna.<br /> Revista Cultural La Quinta Rueda. Octubre. Editorial Nacional Quimantú Ltda.<br /><br />1972 Soledad en la puna.<br /> Concurso de Cuento 72 “Baldomero Lillo”. Empresa Editorial Quimantú Ltda.<br /><br />1972 Antología Tierra Ajena, de Francisco Coloane. ICIRA. Santiago.<br /><br />1973 Pampinos y Salitreros.<br /> Santiago. Empresa Editorial Nacional Quimantú Ltda. Colección Nosotros los chilenos Nº 46.<br /><br />1973 El Calladito.<br /> En Revista EL CUENTO Nº 60. México D.F. Director Edmundo Valadez.<br /><br />1975 El Río Indígena.<br /> En Diario “provincia” año 1. Nº 16. Cumaná, Venezuela. Publicación miembro de la Confederación de Escritores Latinoamericanos. Primer Premio “Antonio Carrera Sibila”.<br /><br />1977 El Caudillo de Copiapó.<br /> Editorial Nascimiento. Santiago. 70 páginas.<br /><br />1978 Derroteros y Cangalla.<br /> Editorial Nascimiento. Santiago. 312 páginas.<br /><br />1978 Diccionario de voces del Norte de Chile.<br /> Santiago. Editorial Nascimiento. 401 páginas.<br /><br />1978 “Vino añejo de las leyendas nortinas”.<br /> Revista ATENEA Nº 78. Universidad de Concepción.<br /><br />1979 Los Archivos del Siglo XIX.<br /> En épica de Antofagasta, 14 de febrero 1879/1979. Colecciones HACIA, Octogésimo séptimo Cuadernillo.<br /><br />1980 Gabriela Mistral en Antofagasta, años de forja y valentía. (Publicación post mortem).<br /> Santiago. Editorial Nascimiento. 183 páginas.<br /><br />1980 Ruta panamericana. (Publicación post mortem).<br /> Santiago. Editorial Nascimiento. 247 páginas.<br /><br />1981 Gente de Greda o los Ceremoniales del tiempo.<br /> Existían dos títulos tentativos para la novela y se respetaron ambos al desconocer la preferencia del autor. (Publicación post mortem).<br /> Santiago. Editorial Nascimiento. 175 páginas.<br /><br /> “El Derrumbe”, “La creación, según San Mario”, y “Puerto de Embarque” son obras aún no publicadas. Puerto de embarque fue seccionado en varias obras; de allí nace Huella rota.<br /><br /> El Diccionario de Voces del Norte de Chile será publicado nuevamente por una gestión de la Universidad Católica del Norte. La fecha tentativa de lanzamiento es abril de 1998.</span></div>Mario Bahamonde Silvahttp://www.blogger.com/profile/04540264442651574615noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-1262206418816982820.post-85920811942832701162007-07-14T18:40:00.000-07:002007-07-14T18:42:08.904-07:00CURRICULUM ACADÉMICO DE MARIO BAHAMONDECurriculum académico de Mario Bahamonde, en relación a la influencia que ejerció en la educación universitaria:<br /><br /><br />FECHA DE NACIMIENTO : 17 de abril de 1910, en Taltal.<br />CARNÉ DE IDENTIDAD : Nº 1O7.438 - Antofagasta<br />ROL ÚNICO TRIBUTARIO : Nº 542.562 - K<br />RESIDENCIA EN ANTOFAGASTA : General Velázquez Nº 1471<br /><br />ESTUDIOS SECUNDARIOS :<br />en el Liceo de Taltal y en el Internado Barros Arana (Santiago)<br /><br />ESTUDIOS UNIVERSITARIOS :<br />Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile.<br /><br />TÍTULO :<br />Profesor de Castellano, obtenido el 9 de enero de 1934<br /><br />LABORES PROFESIONALES :<br /><br />(1934 hasta 1954) : Profesor de Castellano y Filosofía del Liceo de Hombres de Antofagasta.<br />Profesor Castellano Instrumental de la Escuela de Minas de Antofagasta.<br />1954 : Rector del Liceo de Hombres de Antofagasta. Este cargo lo desempeñó hasta octubre de 1973.<br /><br />LABORES UNIVERSITARIAS :<br /><br />1951: Profesor de la Primera Escuela de Temporada realizada en Arica bajo la dirección de don Raúl Seriani.<br /><br />1952 : Profesor de la Segunda Escuela de Temporada realizada en Antofagasta por la Universidad de Chile, bajo la dirección de don Moisés Muse B.<br /><br />1953: Profesor de la Escuela Internacional de Temporada realizada por la Universidad de Chile en Santiago, bajo la dirección de doña Amanda Labarca.<br /><br />1963: Director del Departamento de Extensión cultural de la Universidad de Chile en Antofagasta. Este cargo posteriormente pasó a llamarse Servicio de Extensión Universitaria.<br /><br />1964 : profesor de Literatura General del Instituto pedagógico de la Universidad de Chile en Antofagasta.<br />1965 : Director de la Segunda Escuela de Temporada de la Universidad de Chile en Iquique.<br /><br />1965 : Creador y director de la revista ANCORA (Revista de Cultura Universitaria), de la sede de Antofagasta de la Universidad de Chile. Alcanzó hasta los seis números.<br /><br />1966 : Director de la Escuela de Temporada realizada en Antofagasta.<br /><br />1967 : Director de las Escuelas de Temporada realizadas en Antofagasta, Calama, Chuquicamata y Tocopilla.<br /><br />1968 : Director de la Escuela de Temporada realizada en María Elena.<br /><br />1968 : participante invitado al Seminario Internacional sobre la Novela Latinoamericana organizado en Antofagasta por la Universidad del Norte. Su trabajo sobre LA NARRATIVA DE LA ZONA NORTE fue publicado por dicha Universidad.<br /><br />1969 : Director de la Escuela de Temporada realizada en Taltal.<br /><br />1969 : Director del Seminario sobre LOS PROBLEMAS EDUCACIONALES DE LA PROVINCIA DE ANTOFAGASTA, labor realizada con el Departamento de Seminarios de la Extensión Universitaria de Santiago, bajo la dirección de don Waldo Suárez Z. (Sesiones en Antofagasta y Calama).<br /><br />1970 : Director de la Escuela de Temporada realizada en María Elena.<br /><br />1971 : Director del Seminario sobre EL CAMINO CHILENO AL SOCIALISMO, realizado conjuntamente con la Subsecretaría del Ministerio de Educación, con sesiones en Calama y Tocopilla.<br /><br />1971 : Profesor de Literatura del Curso de perfeccionamiento para profesores de Castellano, organizado por el Departamento de Educación de la Universidad de Chile conjuntamente con el Centro de Perfeccionamiento de Santiago.<br /><br />1971- 1973 : Continúa con su labor educacional y de promoción cultural hasta que es destituido.<br /><br />1973 -1979 : su trabajo se centra en la producción literaria, lo que le permite percibir ingresos por conceptos de premios y publicaciones, además de la solidaridad irreductible.<br />Mario Bahamonde Silva fallece el 30 de noviembre de 1979.Mario Bahamonde Silvahttp://www.blogger.com/profile/04540264442651574615noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1262206418816982820.post-36124153967661380912007-07-11T22:47:00.000-07:002008-12-11T03:15:44.070-08:00NOVELA Y CUENTO DE MARIO BAHAMONDE. (Portadas de sus libros y algunos textos)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN0097zKMlnvgySnzNJqpEhEFEqZbmZQYnyVxGTM7nqkeLscaQCmo-wUBGZVGl9goteXTd7M0xjLpifuJ-s3Xh8FHjiusBHV5zNcGTEJoaLSp9O5qByYcfwYhtMsAwu49ncVratBWb1ds/s1600-h/y_al_norte_la_poes%C3%ADa.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRasl_q5GVJgITfuw8FeaNYQt-mxppfCnGzQo9RFiQBHHzc5F5kxHOG7gjUliP8K0lCJcPGWqciCCYXUs8cYAwYa2zJ4LMfBrdkBTJqWFFQ48KfllOggRVhtA82tuDW5Pwbjw4IvdrKpc/s1600-h/DERROTEROS+copy.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5086189338777447618" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRasl_q5GVJgITfuw8FeaNYQt-mxppfCnGzQo9RFiQBHHzc5F5kxHOG7gjUliP8K0lCJcPGWqciCCYXUs8cYAwYa2zJ4LMfBrdkBTJqWFFQ48KfllOggRVhtA82tuDW5Pwbjw4IvdrKpc/s320/DERROTEROS+copy.jpg" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"> </span><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"><span style="color:#ff6600;">DERROTEROS Y CANGALLA (CUENTOS). </span></span></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"><span style="color:#ff6600;"><span style="color:#000000;">Editorial Nascimiento. 1978. Santiago. Chile.</span><br /></span>1.- El Calladito (Gatico 1920), 2.- El lobato, 3.- Tres hombres en la soledad (Desierto de Antofagasta, 1890), 4.- La virgen de oro (A Hernán del Solar), 5.- Huellas remotas, 6.- El negro destino de Hans Kuttz (Oficina Chile, 1900), 7.- La duda, 8.- El tío Hemingway (A Pedro Olmos), 9.- El río indígena (Quillagua, 1940), 10.- Huella rota (Chuquicamata, 1925), 11.- Ala viva (A Caty), 12.- Un ser tan extraño como los siglos, 13.- El pez y la piedra (Tocopilla 1970), 14.- En el horizonte de los años (Antofagasta, 1914), 15.- Perspectivas, 16.- Toda la pampa es un solo camino (Tarapacá, 1891), 17.- Soledad en la puna, 18.- El silencio sobre la tierra (Calama, 1930), 19.- La mujer del camino (Pampa de María Elena, 1970), 20.- Desierto, 21.- El Club de los Aburridos (Taltal, hoy).<br /></span></span><br /><br /><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">UN SER TAN EXTAÑO COMO LA NOCHE<br />(de derroteros y cangalla)<br /><br />Desde la cumbre del cerro que recién había remontado por el lado norte divisé, allá abajo, la columna de humo que me hacía señas en un valle, bastante al sur, junto al más hermoso lago cordillerano de estas montañas. Esa columna de humo significaba que allá estaba el gringo Harrison esperándome y, quizás, desayunándose con alguna avecilla asada a las brasas. Venía remontando cerros desde hacia seis días, solo, seguido por la mula de carga que, a fuerza de agotar jornadas, había aprendido a seguirme con ese sometimiento con que los mulares se entregan a sus tareas ¡cuando se entregan!<br />El descenso lo hice orillando el flanco del cerro y deteniéndome a trechos para mirar a mis antojos el espectáculo del lago Guasco, de aguas transparentes en medio de un aire diáfano, prolongándose por muchos kilómetros por el valle que le servía de lecho. Todo ese paisaje era como si los ojos se llenaran de una extraña y confusa felicidad. Ahí fue precisamente donde recordé un episodios no tan remoto. Fue cuando nos pilló una avalancha de nieve casi en la cumbre de una de estas montañas y la buena suerte nos hizo guarecernos, justo antes de ser aplastados por la avalancha en el interior de una cata sulfatera que estaba ahí, puesta a nuestro lado por la mano del destino. La avalancha nos cerró la boca de la azufrera y, en medio de esa atmósfera de encierro, de oscuridad y de miedo, comencé a vivir un proceso de esta misma felicidad extraña y confusa. Aquel encierro se prolongó por varias horas, y al final, cuando ya sentimos desde adentro el eco de las cuadrillas que trabajaban en abrir la boca de la cata para rescatarnos, esa felicidad se fue convirtiendo en desazón, luego en molestia y por último en desesperación.<br />Descendí y la orilla del lago me recibió con su remanso de aire quieto y su intenso aroma vegetal. Aún recorrí un par de kilómetros para llegar hasta la carpa del gringo Harrison que me esperaba junto a la columna de humo con un tarro de café caliente. Me sonrío a modo de saludo. Y este gringo que jamás decía una palabras durante días enteros, especialmente cuando estaba mimetizado junto a un nidal observando la vida de una familia de aves, me señaló algo en el suelo y me dijo:-Es un halago. Algo nunca visto por nosotros. Espera.Recién comprendí que lo que estaba mirando no era en verdad una piedra sino un huevo que, en ese preciso instante, empezó a ser roto por el ave que contenía y que estaba naciendo. Nos quedamos sigilosamente mudos. Desde dentro de ese curioso huevo vi salir un ser que me pareció horrible. Algo como un diminuto dinosaurio, de sólidas patas traseras y débiles patas delanteras, cuyo cuerpo estaba recubierto de pelusitas amarillas que, después de los días, notoriamente se convirtieron en plumas.Miré al gringo Harrison acusando mi impacto. El también estaba asombrado.-Las aves provienen de los dinosaurios. Aquí lo estás viendo. ¡Mira, mira!... –afirmó.El animal caminó, avanzó pesadamente moviendo las sólidas patas traseras. De pronto remeció con violencia todo su cuerpo, como si intentara desprenderse del encierro a que había estado sometido dentro de la cáscara del huevo. Pero inmediatamente el movimiento de convirtió en estertor y el cuerpo se dobló vencido por una muerte súbita.Volví a mirar al gringo, aún desconcertado.- Las plumas primitivamente fueron para guardar el calor del cuerpo y no para volar. Los dinosaurios en alguna etapa remota de la vida tuvieron que ir reduciendo su tamaño para sobrevivir. Así surgieron las primeras especies de aves.Sentí el peso de una fantasía de la naturaleza o de un insomnio de los seres primitivos o de un extra{o saldo de la vida animal, revivido de repente aquí en plena soledad de las montañas, junto a este lago maravilloso. Tenía ganas de hacerles muchas preguntas la gringo Harrison, pero sabía que el único camino posible para sacarle algo era esperar. Y esperé.Se demoró mucho rato en hilvanar el comentario:-Sólo me falta entender el posible origen de este huevo, pero no adivino. Es segunda vez que observo este fenómeno, pero no entiendo cómo pudo aparecer el huevo. ¡No entiendo!... –gritó, acosado por una trágica desesperación científica. Después de otro rato agregó-: Pero no puede sobrevivir, no, eso no podría ser. La vida no puede ser retenida de una sola forma.<br />La cara del gringo Harrison había sufrido una sorprendente transformación desde el severo rostro del científico hasta descomponerse en dos ojos obsesivos que parecían delirar. Otra vez, muy lentamente, regresó a su ser y me dijo:-Se te va a enfriar el café...¡hombre!...<br />Al día siguiente reanudé mi marcha por la orilla del lago Guasco para llegar en el día al lugar que me correspondía registrar y al cual me pasaría a recoger el gringo Harrison una semana después. La mula me empuja suavemente por la espalda. Pero estaba dentro del paisaje, mirando con veneración el cuerpo pétreo de las montañas y la masa quieta del agua en medio de esa tranquilidad de siglos. Yo sabía desde antes que todo está vivo. Los cerros, el lago, el viento, los temporales, la vegetación, la naturaleza, todo está vivo y permanece vivo en medio de sus misterios y de sus designios. Lo sé tan bien como sé igualmente que yo no soy un hombre de ciencia. Y si ahora ando en medio de esta soledad es porque también sé que hay algo más que permanece vivo. Y ese algo es el esplendor de la belleza de la tierra, que por estas cumbres se conserva más pura desde tiempos inmemoriales.<br /><br /><br />LA DUDA<br />(de derroteros y cangalla)<br /><br />El rostro de ella adherido al suyo, ansia voraz, intensamente adherido, delirio posesivo, boca con boca respirando el reciproco jadeo, el ardor reptándole más adentro de la piel, sudorosos, el cuerpo de ella huyendo de sus manos ávidas, las piernas entre piernas, incendio, locura, exterminio, boca con boca, ganas de hundirse hasta la médula de la vida en esa vertiente de la hondura carnal, delirante en el ardor de la sangre revuelta, él sintiendo que los hombros de ella eran suyos, suyo, suyos, sus senos suaves, ella entera en él y él íntegro en ella, solos, el volcán del placer y el desesperado braceo de la existencia, el manantial de la vida surgiendo desde las entrañas del deseo para la gloria del amos, ¡ay!, ¡oh, mujer!...<br />Hasta que de repente el ovillo de los dos cuerpos estrujó los espasmos, deshaciendo sus ríos tibios en el acompasado declinar del más intenso goce del ser.<br />Hizo un esfuerzo a pesar del rescoldo de las ganas de permanecer así y pasó por encima de una pierna de ella para tenderse luego a si lado, muy cerca aún, sintiendo en el hombro, en el brazo, en la pierna, las últimas delicias del contacto. Pensó que había nacido para esa plenitud. Miles de años de existencia pesaban sobre su satisfacción. Era la vida misma empujando a la vida en la desesperada carrera, él era un murciélago vampiro, un delirante, la llamarada, el asedio, la eterna médula del amor.<br />Permaneció así, tendido a si lado, lo que le pareció un lapso fugaz. Empezó a flotar en la calma de la nada rumiando los hilvanes de un desvarío que se desvanecía en la semioscuridad vesperal del cuarto. Apenas divisaba a su lado el perfil con algunos cabellos revueltos sobre la frente y ese dejo de intimidad flotando en el dibujo de su silueta. Ella era su orilla , su tierna orilla en ese momento y, morándola en el juego de la nada quería llegar has su piel y penetrar más adentro, hasta averiguar el secreto de esa calma o de esa nada.Una vaga tristeza lo condujo hasta el laberinto del hambre. Percibió el vaho del amor flotando en los olores sexuales y un airecillo de pena le conmovió un vago anhelo de pureza. Luego le sobrevino la duda.<br />"¿Satisfecha...descontenta... desengañada...indiferente?, pensó con tenues sombras en sus cavilaciones y esas gotas ácidas penetraron por las grietas de la duda. La miró. Lentamente desvió si rostro hasta recortar por completo el dibujo del rostro de ella que en ese momento se había vuelto hacia él. Le apreció que un susurro de tristeza le reprimía una lágrima. Se alarmó. "¿Realizada?"... ¿frustrada?..." Escarbó en sus dudas. El hombro de ella, el brazo, la pierna estaban ahí rozando aún la delicia de su cuerpo, era ya no adherido sino simplemente al lado, en un contacto ausente, a las puertas del sueño. "¿Mala experiencia?... ¿buena experiencia?...", insistió caviloso. Tornó a mirarla, ahora de perfil, exhalando esa madurez de mujer en cuya belleza él había puesto todo el amasijo de sus ruegos, lágrimas y angustias.Sin embargo, luchó por tranquilizarse, por no dejarse vencer por esa duda. Pensó que era absurdo insinuar siquiera esa duda. ¿Quién sería capaz de revelársela? ¿Y para qué?Insinuó un ademán de besarla y ella le ofreció unos labios que parecían fríos, remotos. Se levantó. Se vistió lentamente mientras ella continuaba en esa ausencia inescrutable. Al despedirse, le preguntó:-¿Te vengo a ver el próximo viernes?... ¿en la tarde? –agregó.Ella esbozó una afirmación sin pronunciar ni una palabra.El partió con el corazón frío y la sangre herida por esa duda que de todos modos lo había mordido entre la carne y el presentimiento.(La Duda. Páginas 75, 76 y 77 de "Derroteros y Cangalla",<br /><br />Mario Bahamonde, Editorial Nascimento, 1978, Santiago, Chile.)<br /></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><br /></div></span><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></div></span><div><div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8E4ZZI3UMvrNAL_sSeSH-3Ad2wkj3wI8DeSpnDL6d0BdJwU6nerzGU44uaWRWPjvnBniKdDnbigL7CrSdhCMbJpPdel8vwTBMgfDlz_WhN05WOJp_relY2-6d17ZGDRaknzSIoF6dvQU/s1600-h/DE+CUAN+LEJOS+copy.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;color:#ff6600;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5086192001657171154" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8E4ZZI3UMvrNAL_sSeSH-3Ad2wkj3wI8DeSpnDL6d0BdJwU6nerzGU44uaWRWPjvnBniKdDnbigL7CrSdhCMbJpPdel8vwTBMgfDlz_WhN05WOJp_relY2-6d17ZGDRaknzSIoF6dvQU/s320/DE+CUAN+LEJOS+copy.jpg" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;color:#ff6600;">DE CUAN LEJOS VIENE EL TIEMPO<br /></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">TODA LA PAMPA ES UN SOLO CAMINO<br />(De cuán lejos viene el tiempo)<br /></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Caminar, caminar, caminar...La tierra toda se movía con un monótono balanceo.Caminar, caminar...La tierra despacio se le metía por los ojos en tanto que los pasos le repercutían en la cabeza. Y así había sido por seis días. Pero tenía que seguir andando porque el único imperativo de su vida era llegar. ¿A dónde?¡Llegar...llegar!Al menos si hubiera un camino, una huella vieja que fuera. ¡Pero al fin toda la pampa era un solo camino. !Llegar! Estaba cansado, con ese cansancio que pone los huesos como fieros viejos. Miró la botella: era apenas un concho, casi el último sorbo. Y prefirió reservarlo.Tenía que llegar a donde fuera porque él era una parte de la noticia y podía contar tan verídica como había sucedido.<br /></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Caminar, caminar, caminar... Los pasos...De repente un sobresalto le apretó el corazón. ¿Estaría perdido? ¿Se llegaría alguna parte por esa dirección? Solía ocurrir que la pampa fuera una mortaja de distancias. Pero no: el verdadero pampino es hermano de esta tierra y sabe entenderla.Sin embargo, se aferró a la botella como a una salvación. Caminar desde la pampa de Iquique hasta el cantón de Antofagasta no es como andar jugando por las calicheras.¡Al menos si no le dolieran los ojos!<br /></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">-o0o-<br /></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Seis días caminando y siempre la pampa estaba muerta de distancias. Seis días iguales. El era una parte de la noticia, pero todo se veía ahora desde tan lejos. Venía desde algo que se distanciaba definitivamente.Le pareció que sus pasos avanzaban hacia el recuerdo.¡Cómo había empezado todo aquello! Sí, principió por ser algo vago, algo informe como un ventarrón y que en medio del viento vinieran las noticias. De repente oyeron decir esa cosa recia y roja, oyeron habar de la revolución. ¡Muera Balmaceda! Los obreros entonces se habían apoderado de la Pisagua, en la costa, mientras en el desierto reclutaban gente.¡Qué sabían ellos, pero muera Balmaceda! ¡Viva la revolución!¿Por qué habían apresado a los cabecillas? ¿Qué hermoso debió ser eso de entrara a Pisagua y que las balas rociaran la muerte. ¡Pum...paf!... La muerte estaba de rodillas y con su cara hueca. Tal vez por eso apresaron a los caudillos.¡Pero qué! (Ya no caminaba, ya no era él. Los días tienen un fantasma así como los hombres tienen una sombra: ahora +el y su sombra estaban con el fantasma de los días).Entonces fue cuando apresaron a Conchita de Oro, tipo bravo y hombre. Pero cómo se había juntado gente cerca de Huara, en el desvío de Rosario. Quizá cuatro mil o más. ¡Cuatro mil pampinos con el gesto revuelto! ¡Viva la revolución! Venían de Huara, Primitiva, Rosario, Tres Marías, Puntuchuara, San José y qué se yo. ¡Muera Balmaceda! Se podían ver las caras de yodo y las espaldas anchas.Y qué hombre con tantas ínfulas había resultado “El Corrector”. Llegó y entró a mandar con una importancia, metiendo su voz de barreta en cada orden. Por eso la gente le hizo caso. ¿Cómo se llamaba? ¡Al diablo, se llamaba simplemente “El Corrector”!(Ya no era él. Recordar le resultaba lo mismo que ser arrastrado por una corriente hacia el fondo de las cosas).Si todo hubiera ocurrido como “El Corrector” decía, quizá las cosas hubieran cambiado. El quería que todos los pampinos fueran a Iquique, a tomar la cuidad. Meterse por las calles y atropellar. ¡Pum...paf! Así era la lucha. Es cierto que la revolución rondaba embravecida. Por otras localidades quedaban heridos que apenas podían vendarse. También se habalaba de saqueos y de gente que moría llorando. ¿Por quién peleaban? ¿Por qué sucedía todo esto? Ellos tenían que ir a Iquique y meterse frente a las balas: ya verían modo de usar la valentía. Pero la desgracia estaba en que no podían conseguir un tren. Cuatro mil hombres no pueden viajar a pie y llegar de sorpresa. Ahí estuvieron con la montonera deshecha y el ánimo medio en suspenso. “El Corrector” los podía ver en rebaño mientras conversaban a grandes voces. “¿Y qué hacemos?” De la cordillera lejana, de la pampa misma, quizás del viento caía la noche. Entonces la inutilidad se bañaba un poco en descontento. Hasta que de la misma pampa y del mismo viento regresaba el día trayendo nuevas esperanzas.A ratos venía más gente a sumarse a la avalancha trágica. Lo abandonaron todo y se venían. La pampa entera se callaba en algunas partes para dar paso al torbellino. La tierra de las calicheras se venía con ellos: tierra en las caras, tierra en las almas enmohecidas. Pero así pasaba el tiempo.-¿Y qué hacemos?Como la tarde estaba quieta, estática bajo el sol aceroso, el tren que venía pudo verse desde lejos. Las bocanadas negras lo delataban antes que el ruido ahogara la amplitud del desierto.Primero hubo confusión porque no acertaron a pensar lo que eso significaba. ¡Podía ser la tropa! Pero después la misma fiebre los impulsó al delirio.-¡¡ A la línea todos!! ¡¡A la línea todos!!Y la masa delirante se abalanzó sobre los fierros. Pasaban los hombres corriendo. Se veían las caras agitadas. Y ya en la línea:-¡Ese durmiente, aquí!-Esos costrones, encima!-¡Ese riel!!...Era un gran hombre “El Corrector”. Las órdenes le abrillantaban los gestos.-¡Detrás todo el mundo!El convoy era pequeño: apenas arrastraba un carro la máquina. Cuando se detuvo frente a los obstáculos, lo pudieron mirar con curiosidad.De la puerta de paso a la máquina surgió un subteniente que urgió la marcha al maquinista. Pero, al mismo tiempo, de una ventanilla apareció la cara de Conchita de Oro, asomándose hacia los pampinos.-¡Viva la revolución!- alcanzó a gritar mientras lo distinguían los pampinos.Después todo se hizo incontenible. La noticia de los prisioneros que bajaban en el convoy custodiados por el ejército enardeció la última chispa.En vano el vaho blanco de la locomotora partió el aire trepidando. Ahí estaban los obstáculos. Además los gritos crecían como una ola que avanza.El primero fue “El Corrector”. Se echó el rifle a la cara y apuntó con la rabia puesta en los ojos.El maquinista hizo un giro corto para caer dando tumbos sobre la tierra, junto al tren, Respondieron los del convoy con loco anhelo desesperado. Y al rato las balas parecían taladrar la pampa.Las órdenes saltaban y corrían avisando si urgencia.Son muy pocos los del tren. Hay que acercarse más. ¡Acérquense sin miedo!Ahora “El Corrector” enarbolaba el rifle animándolos a la carga.-¡Eh, Macario, Anselmo, Tadeo... por esa puerta!A cada descarga de las ventanillas se doblaban algunos pampinos. Se doblaban abriendo los brazos con un rojo surtidos clavado como insignia. Otros agonizaban entre quejidos.- ¡Sin miedo, hombre! – volvió a gritar “El Corrector”.Entonces él mismo avanzó hasta el carro. Caminó sin cautela, sin importarle ni su pellejo. Y adentro: uno, ¡pum!, dos, paf!; tres, ¡pum!Afuera ya no cayeron más pampinos tiñendo la tierra.Cuando la gente se dio cuenta de la hazaña, corrió hasta el tren. Algunos ya estaban en la misma máquina. ¡Qué muerterío! Un milico se moría con la mandíbula destrozada por un plomazo. Se moría como pidiendo perdón. Pero ninguna cosa impresionaba a los pampinos. Hasta que en medio del montón encontraron el cadáver de Conchita de Oro.“El Corrector” agachó la cabeza con una mezcla de respeto y de rabia. La gente se arremolinaba ebria de furia. Pero nada podía durar. El tren era un juguete nuevo para los que no se interesaban por los muertos.Hasta que “El Corrector” se recuperó.-Ahora hay que preparase para Iquique- les dijo, y su voz fue otra orden.¡A Iquique! ¡A Iquique en el tren!Pero necesitaban más carros.Atardecía. La espantosa aridez se pintaba de tonos suaves, menos reverberantes. Perfectamente se podían mirar las lomas de los cerros que recortaban la inmensidad. ¡Tanta distancia sobre la misma tierra!Ya pronto otra vez el tren estuvo en movimiento. Debían alcanzar hasta las oficinas próximas en busca de carros. ¡Cómo se entorpecían las cosas!</span></div></div></div><div></div><div></div><div><div><br /></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div align="justify"></div><div align="justify"><span style="color:#ff6600;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkEALx8HmGYea_TS0UlJAPt8dq1wFBp_DVuS0I8kqmooiPj4sz9iIlnuCB_SdxwfqfEGYeZjMM08xLVCx1ePOFzqVmJXrqNze3DF386fOHHUWMFpDU5CDYDOTtNFMkD03bp95S3ruV3uA/s1600-h/DICCIONARIO+copy.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5087199390531415442" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkEALx8HmGYea_TS0UlJAPt8dq1wFBp_DVuS0I8kqmooiPj4sz9iIlnuCB_SdxwfqfEGYeZjMM08xLVCx1ePOFzqVmJXrqNze3DF386fOHHUWMFpDU5CDYDOTtNFMkD03bp95S3ruV3uA/s320/DICCIONARIO+copy.jpg" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">DICCIONARIO DE VOCES DEL NORTE DE CHILE.</span></span></div><div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Editado por Nascimento, 1978 y reeditado por la Universidad Católica del Norte en 1998.<br /></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"></span></div><div><span style="font-family:Trebuchet MS;"></span></div><div><span style="font-family:Trebuchet MS;"></span></div><div><span style="font-family:Trebuchet MS;"></span></div><div><span style="font-family:Trebuchet MS;"></span></div><div><span style="font-family:Trebuchet MS;"></span></div><div><span style="font-family:Trebuchet MS;"></span></div><div><span style="font-family:Trebuchet MS;"></span></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6zGl2hII0UjUfDwptus4Bmj-936ACr7A-kDEf7a0sixjS6OJsN_ii-OkC3A_8oYgcAOsa80HQjA6Cll59X78O24y_6zkqDoZelToFVQFpZpkq_Kf9Gfym0Et5WbVuIyKEKt4sdxpTGvI/s1600-h/fotoedicion.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5086195059673885938" style="WIDTH: 136px; CURSOR: hand; HEIGHT: 179px" height="193" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6zGl2hII0UjUfDwptus4Bmj-936ACr7A-kDEf7a0sixjS6OJsN_ii-OkC3A_8oYgcAOsa80HQjA6Cll59X78O24y_6zkqDoZelToFVQFpZpkq_Kf9Gfym0Et5WbVuIyKEKt4sdxpTGvI/s320/fotoedicion.jpg" width="153" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">A</span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Anda vete y dejamé</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Que estoy cansada de amarte,</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Que yo no soy la primera</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Que muero por ser tu amante,</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Anda vete y dejamé.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ABICHITA. Miner.-Arseniato cúprico hidratado. Nombre poco común en toda la región.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ABRACITA. Miner.-Mineral del grupo de los silicatos aluminosos hidratados.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ABROCHARSE. V.-Amarrarse un individuo a otro, para evitar la huida, y enfrentar una pelea entre ambos. Antigua costumbre minera.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACACHARSE. V.-Imposibilidad de desprenderse de algo y obligación de soportar el peso del almacenamiento excesivo. Por extensión, lo que no se pudo decir (“Se quedó acachao”).</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACATITA. S.-Peones pampinos en la antigua nomenclatura salitrera encargados de chancar el caliche, mediante combos de largo mangos, para reducir los costrones a un tamaño apropiado para las chancadores o acendradoras.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACERILLOS DEL PINGO. Top.-Serranías con antiguas minas de plata que se encuentran al interior de Chañaral y a 30 kilómetros al norte de Tres Puntas, en Copiapó. Acerillos, término usado en minería por acerado, ciertos minerales de plata. Pingo, arbusto, pingo-pingo (Ephedra andina). En la actualidad son terrenos abandonados.<br /></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACONTITA. Miner .-Mineral compuesto de partes iguales de hierro y arsénico sulfurados. Su color es blanco de plata.<br /></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACOPIO. S.-Cubicación de coplas de caliches que hacía cada particular junto a su calichera, en el viejo sistema salitrero, y que era el producto de su trabajo. El particular le vendía su acopio a la compañía según el volumen y la ley del caliche.<br /></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACULLICAR. V.-Masticar coca. Voz que acusa una costumbre lugareña de la puna.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACULLICO. S.-Puñadito de hojas de coca que se mastican durante un rato, para calmar la sed, el hambre, el cansancio y todos los males de la vida. Costumbre ancestral.<br /></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACUMA. Top.- Lugar cerca de Socoroma, al interior de Arica.<br /></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACHACURE. Top.-Lugar en Parinacota, al interior de Arica.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACHACHES (LOS). Folk.-Baile ceremonial precordillerano de muy antigua raíz, que muestra a los hombres más viejos de la comunidad (los abuelos), en sus diferentes tareas: agradecer al sol, adorar a la tierra, espantar el mal que amenaza la paz del ayllu, mostrar el camino del porvenir. Danza lenta y dramática que desarrollan los viejos en medio del silencio sobrecogido de sus nietos.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACHACHILA. S.-Abuelo, entre los lugareños de la puna, en Tarapacá y Antofagasta. Voz frecuente y actual.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">¡ACHALAY! Interj.-Expresión admirativa para significar ¡Qué bueno! Voz socorrida entre los púnenos.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACHAMPARSE. V.-Desarrollar una champa. Arraigarse como la champa.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACHARRANCHO. Top.-Lugar en Parinacota, al interior de Arica.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACHERIAR. V.-Robar animales. Voz quechua.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACHICHARRAR. V.-Estar aplastado por el calor.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACHILARSE. V.-Apurarse, acelerar la marcha, apremiar el esfuerzo. Voz de origen quechua.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACHIRA. Bot.-Planta de hojas anchas y alargadas, caducas. Es voz quechua.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACHOLAR. V.-Avergonzar. Igual en Argentina y Perú.<br /></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ACHUELO. Top.-Lugar en Livílcar, a interior de Arica.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">AGARRAR. V.-Obtener alguna utilidad. Obtener algún beneficio generalmente por oportunismo o habilidad. Voz muy difundida en el habla regional. “AgarraAguirre” (pesca lo que puedas). “Agarré miga” (obtuve algo bueno). “Agarré un resfrío”, etc.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">(continuará... la publicación) </span></div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span><br /><p><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></p><p><span style="color:#ff6600;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL_mOSVvoQKdNkY_FkWgXUeodlhBsYdAP70Y3b0ht0pmp7HBWkM2QN5EMXGExM6DADDliOqP8D2nKcX6HxJqvrplWcEvNu_E1o2oYIiSkByuVzXZFBmSkGBODcH1nLscttY5nGDRNBwec/s1600-h/RUTA+PANAMERICANA+copy.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5087200932424674738" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL_mOSVvoQKdNkY_FkWgXUeodlhBsYdAP70Y3b0ht0pmp7HBWkM2QN5EMXGExM6DADDliOqP8D2nKcX6HxJqvrplWcEvNu_E1o2oYIiSkByuVzXZFBmSkGBODcH1nLscttY5nGDRNBwec/s320/RUTA+PANAMERICANA+copy.jpg" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">RUTA PANAMERICANA</span></span></p><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Editada por Nascimento en 1980</span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Novela que hilvana el tiempo real con el mítico e histórico. Un viaje en bus de Norte a Sur que devela la idiosincrasia, los temores, las traiciones y la singularidad de los chilenos. Relatos cruzados que van desde los tiempos inmemoriales hasta el golpe de estado de 1973.</span><br /><span style="color:#ff6600;"></span><br /><span style="color:#ff6600;"></span><br /><span style="color:#ff6600;"></span><br /><span style="color:#ff6600;"></span><br /><span style="color:#ff6600;"></span><br /><span style="color:#ff6600;"></span><br /><span style="color:#ff6600;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwPX845jCJbGhtoXdtvMJcAiu0YrMFEJgdYauZlBnbq_77t6UCIzNY4yeVzN0DhxQsuJOenwzqmH0rg1NvRm_dF-qKfPxU0PmyHr_XBmwLz1o8pndfXU7pYNEM8Kez79rWmw8HYWX4-b8/s1600-h/alaviva+copy12.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5087201349036502466" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" height="189" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwPX845jCJbGhtoXdtvMJcAiu0YrMFEJgdYauZlBnbq_77t6UCIzNY4yeVzN0DhxQsuJOenwzqmH0rg1NvRm_dF-qKfPxU0PmyHr_XBmwLz1o8pndfXU7pYNEM8Kez79rWmw8HYWX4-b8/s320/alaviva+copy12.jpg" width="135" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ALA VIVA<br /></span></span><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Autoedición.</span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Hermoso relato que da cuenta de la "nortinidad" a través de la vida de una humilde Garuma. Este texto fue creado como un regalo de Bahamonde a sus amigos,<br /></span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><br /><br /><br /><span style="font-size:85%;"></span></span><br /></span><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNqvkUhGfMonG96GXwwCj57RPzl1RSWgIHAitavxRKQFntzLaRLPqU7ORnQ4k06OyCDBUdlhvo1UqMvo1egVyciZpaEhcU3Oi2XxEjlAdohfdWIXJM9GHEtdDKDa1BGJaMhPetM89T0dU/s1600-h/ANTOLOGIA+2.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5087201709813755346" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 140px; CURSOR: hand; HEIGHT: 207px" height="203" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNqvkUhGfMonG96GXwwCj57RPzl1RSWgIHAitavxRKQFntzLaRLPqU7ORnQ4k06OyCDBUdlhvo1UqMvo1egVyciZpaEhcU3Oi2XxEjlAdohfdWIXJM9GHEtdDKDa1BGJaMhPetM89T0dU/s320/ANTOLOGIA+2.jpg" width="131" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;color:#ff6600;">ANTOLOGÍA DEL CUENTO NORTINO</span><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><br /></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYGmpkv19XsNjxyIkzn8r5HCRu3NwysTrQ2ejfwW69h2d6s7bSlnvrsWBps0j4bGJ05GcfsUz8tLIXJbLM-JxUYP7D5UAM8MbVzjDdf9FWCqO-Mx6aXoUaOjGXHfh8dSA2j1-MhLzvV64/s1600-h/ANTOLOGIA+2.jpg"></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Compilación realizada por Mario Bahamonde</span><br /><br /><br /><br /><span style="color:#ff6600;"></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></span><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;color:#ff6600;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"></span></span><br /><span style="font-family:Trebuchet MS;font-size:85%;"></span><br /><br /><br /><br /><div align="justify"><span style="color:#ff6600;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMF6kS0lc6G4NXULwl2OCMQpF_H7697AOlMSxib104MJunQTjtxiiS6nVn2Op2VUmiDHoKD4fWQESS5qry7grs3JXfqWeC8SoH-y9C9SHGOBHT7ksD3tBT6KzkQm7FHYDaAftZ0196qPo/s1600-h/CEREMONIALES+copy.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5087202285339373026" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" height="197" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMF6kS0lc6G4NXULwl2OCMQpF_H7697AOlMSxib104MJunQTjtxiiS6nVn2Op2VUmiDHoKD4fWQESS5qry7grs3JXfqWeC8SoH-y9C9SHGOBHT7ksD3tBT6KzkQm7FHYDaAftZ0196qPo/s320/CEREMONIALES+copy.jpg" width="141" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">GENTE DE GREDA O LOS CEREMONIALES DEL TIEMPO</span></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Editada por Nascimento en 1980<br />Un caminar con los ojos bien abiertos por las cuatro Regiones que conforman el gran Norte de Chile. En sus libros nos cuenta de olvidadas verdades, pequeñas historias, nos habla de utopías y quimeras, de cosas sencillas, de personajes arquetípicos, de tesoros improbables y aventuras inconclusas... Nos hace “ver y sentir” el paisaje físico y humano del Norte, un medio geográfico que le pertenece y del cual sintió su profundo misterio.<br /></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPhZzTCZsaPlkTFbzC08NMySCVS9nXApNg_KE-EviBpGbp9WsBE8zmclsn9ltPykGKR4yO-AgpgRftirdoEohQgfvVC4XV8U4JoQQg6akZDrFGRTHngPPWdEFzVcTRr3O93QYYkr1UhcI/s1600-h/CEREMONIALES+copy.jpg"></a><br /><br /><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"></span><span style="font-family:trebuchet ms;"></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><div></div><div></div><div><br /></span></div><span style="color:#ff6600;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9-0DYc4kPRid1EN-mN02sRFDOTZF1nY5U_isjfYUgRZWUdjqBSNIRi2ZiLY9LF_iy2t4uZMt1y362eoDDSVREt2a42Wz06Z_4fgaQ3V9YNYNL7l5-j-rfCEcY4rgQRhbp_ltqW10A0z0/s1600-h/PAMPINOS.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5087204205189754354" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9-0DYc4kPRid1EN-mN02sRFDOTZF1nY5U_isjfYUgRZWUdjqBSNIRi2ZiLY9LF_iy2t4uZMt1y362eoDDSVREt2a42Wz06Z_4fgaQ3V9YNYNL7l5-j-rfCEcY4rgQRhbp_ltqW10A0z0/s320/PAMPINOS.jpg" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">PAMPINOS Y SALITREROS</span></span> <div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Editada por Quimantú en 1973</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><br /><br /><br /><br /><br /><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEHcB_tn_bqLVVERbXyrlX_zzOxCF46Dt3VrNLrt9NLNohcODCnLsgORv3TJPvaM-ZfLbnG-M43alAzMI4sV8S1kwUz_sDFePiDkGHDUTXIDR4yLqg4i2vAcjxaJ2SC1a84z5t2I6w8Kk/s1600-h/PAMPINOS.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></a></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="color:#ff6600;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLGoVzp_CLxW5VcQb49AbNeOjBmrCVudXYN7Ojr_WJQJG9_jIuuhZ-98nInkX8YG198s1I7GDUO0B2ykZ0HhzP2Pt9t26xjYzuuJNDrahf4Yh_1nopzmK-_BILvfZIV8M9c99cicohngI/s1600-h/mistral+copy.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5087205235981905410" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLGoVzp_CLxW5VcQb49AbNeOjBmrCVudXYN7Ojr_WJQJG9_jIuuhZ-98nInkX8YG198s1I7GDUO0B2ykZ0HhzP2Pt9t26xjYzuuJNDrahf4Yh_1nopzmK-_BILvfZIV8M9c99cicohngI/s320/mistral+copy.jpg" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">GABRIELA MISTRAL, AÑOS DE FORJA Y VALENTÍA</span></span><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><br />Editada por Nascimento en 1978</span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Novela que da cuenta con detalles inéditos , de la estadía de Gabriela Mistral en Antofagasta como profesora del Liceo de Niñas. Documento histórico que devela los años de juventud de la premio nobel.</span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><div><br /><br /><br /><br /></div><div></div></span><div><span style="color:#ff6600;"></span></div><div><span style="color:#ff6600;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUkg6dQALvJJq-BePYPnPrxGEtjHm2_ahKrmQYTW3jjl63xMDmtZl4IihWDAZBfQe5Sg4krvouT02VTcDGGIAvs8imTmNNYCdTeSlV5mgp0mvNaM-C9gDu9u1eep4c4tFoaqmtobRoorU/s1600-h/CAUDILLO+copy.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5087205386305760786" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 143px; CURSOR: hand; HEIGHT: 200px" height="197" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUkg6dQALvJJq-BePYPnPrxGEtjHm2_ahKrmQYTW3jjl63xMDmtZl4IihWDAZBfQe5Sg4krvouT02VTcDGGIAvs8imTmNNYCdTeSlV5mgp0mvNaM-C9gDu9u1eep4c4tFoaqmtobRoorU/s320/CAUDILLO+copy.jpg" width="123" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">EL CAUDILLO DE COPIAPO</span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Editorial Nascimento</span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Apasionante novela sobre Pedro León Gallo y la fundación del radicalismo en Chile. Un potente relato de las revoluciones de fines del siglo XIX.</span></div><div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0k_kyHAYWKtlJWjIJ1VG_mYmoIZO30NeTXbY8JQesrBt8JNkhyYkA-CeXSpKiFQpwC-h0-85mh2f6BXwUCwLJLMlIaS4072XnEWx3hzO7hPvRdKzupT6UOu6oLDG9R6MTNYHBlfKebzM/s1600-h/tres_cuentos_del_norte.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5087205953241443906" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 142px; CURSOR: hand; HEIGHT: 196px" height="199" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0k_kyHAYWKtlJWjIJ1VG_mYmoIZO30NeTXbY8JQesrBt8JNkhyYkA-CeXSpKiFQpwC-h0-85mh2f6BXwUCwLJLMlIaS4072XnEWx3hzO7hPvRdKzupT6UOu6oLDG9R6MTNYHBlfKebzM/s320/tres_cuentos_del_norte.jpg" width="148" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;color:#ff6600;">TRES CUENTOS PARA EL NORTE</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Ediciones Municipalidad de Antofagasta</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Premio Municipal de Antofagasta/ 1943<br />Bahamonde aporta con el cuento: Cara e' picante<br /><br /><br /></span></div><div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTbGEDnkuLPTrqQ6t7YNBDB9snUjXF9VBaIJvEyh2D10BuDvULjB2juGHLL1ZBradhcu0jnzkMzPv1hkJO5SVd1wHX0UzvaQirCnnjaoGyS2sQK46CaeUSRZaCoD7NmOz_ycbeEyLKw1M/s1600-h/CAUDILLO+copy.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></a><br /><br /><br /><br /><br /></div><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5KJ6cGrQ_1is9rXcGXCPu-r3Yamu2FlL9-NAkyg0k8KL_qBumLL1Up9lslQtajxAIImCHmV-pFRzPFvTSI2HsUHYRtWyN__DSbB-sIm5oMRCPGVxS0pda85pih2hBqL2pCMdUMl95rFY/s1600-h/GUIA_de_la_producci%C3%B3n_intelectual_nortina.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5087205734198111794" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 140px; CURSOR: hand; HEIGHT: 193px" height="201" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5KJ6cGrQ_1is9rXcGXCPu-r3Yamu2FlL9-NAkyg0k8KL_qBumLL1Up9lslQtajxAIImCHmV-pFRzPFvTSI2HsUHYRtWyN__DSbB-sIm5oMRCPGVxS0pda85pih2hBqL2pCMdUMl95rFY/s320/GUIA_de_la_producci%C3%B3n_intelectual_nortina.jpg" width="154" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"><span style="color:#ff6600;">GUÍA DE LA PRODUCCIÓN INTELECTUAL NORTINA</span> </span></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Trabajo de investigación y difusión. Antofagasta 1971. Investigación bibliográfica dirigida por Mario Bahamonde. Dirección técnica: Germana Fernández. Colaboraron: Ximena Warnken, Alberto Carrizo, Eduardo Díaz, Frieda Ramírez, Ana María Godoy.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><br /><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><span style="font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div>Mario Bahamonde Silvahttp://www.blogger.com/profile/04540264442651574615noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1262206418816982820.post-87340399454740166632007-07-02T19:58:00.000-07:002007-07-14T17:37:22.288-07:00ANTECEDENTES FAMILIARES DE MARIO BAHAMONDE SILVA<span style="font-size:85%;"><span style="font-family:trebuchet ms;">ANTECEDENTES FAMILIARES</span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"></span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">a) Línea materna:</span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"></span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Don Manuel de Silva, natural de Portugal y de oficio minero y de alma aventurera, llegó a Copiapó en 1870 “y tantos” atraído por el auge regional. En esta cuidad contrajo matrimonio con doña Candelaria Pérez, natural de la misma localidad. El matrimonio vivió en Copiapó y diversos minerales de la región hasta que el auge minero de Taltal hizo que la familia se trasladar a ese puerto más o menos en 1879 o 1880. La familia vivió sucesivamente entre el puerto y el mineral de Cachinal de la Sierra, localidad en que nacieron algunas de sus cinco hijas. Estas cinco hijas fueron: Filomena Silva Pérez, Consuelo Silva Pérez, Rosa Silva Pérez, Amelia Silva Pérez y Zulema Silva Pérez.Doña Candelaria Pérez, hija de mineros “pudientes”, enviudó poco después de la 1891, cuando la revolución antibalmacedista destruyó el comercio minero y don Manuel se vio obligado a aventurar derroteros por las serranías. Murió asesinado en una emboscada. Las referencias a este “salteo” (asalto) corrieron de boca en boca por los centros mineros, pero el cadáver nunca fue encontrado, a pesar del interés de la colonia portuguesa, de los afanes consulares y de dos caravanas que se organizaron. Doña candelaria Pérez falleció, anciana, en Taltal.Doña Filomena Silva Pérez, la hija mayor, se casó en Taltal con el profesor de matemáticas Gregorio Medel, quien llegó a ese puerto salitrero a trabajar en el Liceo, donde se juntó con otro profesor llamado Antonio Bahamonde López. El matrimonio residió algunos años en Taltal y luego se trasladó a Concepción, tierra de origen de don Gregorio Medel. Aquí trabajó también en el Liceo. Tuvieron tres hijos: dos mujeres (Guacolda y otra más) y un niños que murió de corta edad. La Guacolda fue farmacéutica y tuvo farmacia en Concepción y en Santiago. Se casó con árabe penquista.Doña Consuelo Silva Pérez, la segunda hija, se casó en Valparaíso con don Juan Muñoz, empleado de la Compañía Sudamericana de Vapores. Tuvieron una hija: Juana Muñoz Silva, quien se casó con “uno que ha sido marino”, Lillo y que anduvo de capitán de puerto en Taltal, Iquique y otras localidades. Doña Consuelo falleció anciana. Y don Juan Muñoz se murió más allá de los 80 años.Doña Rosa Silva Pérez, vivió sucesivamente en Taltal, La Serena y Santiago. Constituyó familia –sin casarse todavía- con don José Macchiavello, natural de Génova de esta localidad. Sus hijos fueron: Roque Macchiavelo Silva, Ema Macchiavello Silva, Jorge Macciavello Silva, Yolanda Macchiavello Silva y Consuelo Macchiavello Silva. La residencia en La Serena de esta familia se debió “a la situación” y los mejores colegios. Las niñas estudiaron en Los sagrados Corazones. El traslado a Santiago se debió a la mejoría de situación económica y al ensanche de trabajo de sus hijos. El matrimonio con don José se realizó en esta capital, con los hijos grandes. En la actualidad, con excepción de Consuelo, todos han fallecido y ninguno tuvo hijos (1976). No conozco la situación de la que permanece viva.Doña Amelia Silva Pérez, tiene la siguiente Fe de Bautismo: Arzobispado de La Serena. Parroquia de Copiapó. El presbítero don Alejo Gálvez, Cura y Vicario de la parroquia de nuestra Señora del Rosario de Copiapó, certifica que a fojas 474 del Libro 31 de bautismos, se encuentra la partida del tenor siguiente: En esta Iglesia Parroquial de nuestra Señora del Rosario de Copiapó, a diez de junio de mil ochocientos ochenta y siete, el teniente cura Tomás Gerardo, con mi autorización, bautizó bajo condición, puso óleo y crisma a Amelia Aurora, nacida a nueve de agosto de mil ochocientos ochenta y cinco, hija legítima de Manoel da Silva, natural de Portugal i Candelaria Pérez, de Copiapó, i domicialiados de Cahinal. Fueron padrinos Francisco Sierralata, representado por Remigio Sierralta i Amelia Olivero de Sierralta. Se procedió a hacer este bautismo con la autorización del cura inspector. Doy fe. (Fdo.) Amdaor Cuadros. Doña Amelia Aurora, entonces, nació en Cachinal y residió en Taltal en su juventud. Aquí se casó con don Antonio Bahamonde López, natural de Castro, Chiloé, quien llegó a Taltal en 1906 a fundar el Liceo junto con su primer rector, Manuel Barros Castañón. Era profesor primario y estudió en la Escuela Normal de Valdivia. El matrimonio tuvo dos hijos: Olga Bahamonde Silva, que falleció de un año de edad, y Héctor Mario Bahamonde Silva, el más sufrido de los Bahamonde. Nació el 17 de abril de 1910. ¡No lo olviden!Doña Zulema Silva Pérez: viajó a Santiago cuando su hermana Consuelo se trasladó a Valparaíso por razones de trabajo y cuando su hermana Filomena se trasladó a Concepción junto con su marido, don Gregorio Medel. En santiago se casó con alguien cuyos antecedentes no conozco, puesto nunca lo vi. Esta persona tuvo alguna figuración política. El tuvo un hijo, a quien vi una sola vez.En general, la familia permaneció relativamente unida, a pesar de vivir disgregada entre Taltal (y después Antofagasta), La Serena, Valparaíso, Santiago y Concepción. No hubo disenciones ni discordias de alguna naturaleza. Fue familia pobre, especialmente la época de viuda de doña Candelaria Pérez con sus cinco hijas. Conocí a don Francisco Sierralta, el padrino de Amelia Aurora, pero él ya estaba muy viejito y yo era muy niño. Pertenecía a una famosa familia Sierralta, de Copiapó, con algunas pertenecías importantes. Sólo en una pequeña temporada vi a las cinco hermanas reunidas, en Santiago, al final de mis estudios secundarios en el Barros Arana. Una de ellas, Filomena, había venido especialmente desde Concepción para esta oportunidad. Y Consuelo viajó desde Valparaíso para cumplir con la cita, y acarreó a su marido, el “vaporino” Muñoz.</span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"></span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"></span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">b) Línea paterna:</span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"></span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"></span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Don Belisario Bahamonde García, chilote oriundo de Castro, fue un descendiente de una familia tradicional de la isla, cuyo abuelo fue español. Vivió toda su larga existencia en la región, dedicado a actividades comerciales en Castro, la aldea de Dalcache, Osorno, Puerto Montt y otras partes. Su comercio fue próspero y llegó a tener fortuna en varias etapas, la que perdió por varias razones: quiebra fraudulenta del Banco de Osorno. Incendio de la cuidad de Castro, malas inversiones, etc. En una etapa fue capitán de puerto en Melinka, una isla al sur de la isla grande de Chiloé, donde se dedicó a la exportación maderera, junto con los siete mineros que componían la dotación y que era el total de la población de esa isla austral, barrida por temporales. Se casó con doña Zoila López, niña de familia acaudalada “ a la manera chilota” , o sea, dueña de tierras y de recursos agrícolas. El actual estadio de Castro se construyó en los terrenos de la chacra de este abuelo y fuera de Castro, en el campo, estaban las tierras de producción. Un “corrido tradicional”, recogido por el Instituto de Investigación Musical, recuerda a don Belisario en sus trances aventureros de esos años. Don Belisario tuvo su primer hijo Germán Bahamonde. Fue un hombre de trabajo que se desempeñó como aduanero de Punta Arenas, Coquimbo y otras partes. Del matrimonio resultaron los siguientes hijos: Aurelia (Yeya) Bahamonde López, Amalia Bahamonde López, Antonio Bahamonde López y Alberto Bahamonde López.Doña Zoila López, vivió solamente en Castro, dedicada a sus labores hogareñas. Sus restos reposan en el cementerio de Castro, en el mausoleo familiar, junto a los de don Belisario, su marido.Doña Aurelia (Yeya) Bahamonde López, llevó una vida retirada en el hogar familiar. No se casó ni tuvo hijos. Se sometió al tradicionalismo familiar de Chiloé.Doña Amalia Bahamonde López, después de la muerte de doña Zoila, su madre, fue la persona que “llevó la casa”, pues tenía un carácter activo y dominante. Manejaba caballos, coches, negocios, ganado, etc., y participaba activamente en la vida comunitaria de Castro. Se casó con don Alberto Andrade, comerciante, dueño de un gran negocio en la esquina cruzada de la plaza de Castro. Opuesta a la iglesia. Dicha casa comercial se conserva intacta, renovada y reacondicionada después de los incendios y terremotos que ha sufrido esa cuidad. De este matrimonio nacieron: Olga Andrade Bahamonde, Oscar Andrade Bahamonde, Raúl Andrade Bahamonde, Kety Andrade Bahamonde e Ida Andrade Bahamonde. Doña Amelia falleció a la edad de 87 años, en la misma localidad de Castro, sobreviviendo muchos años a su marido.Antonio Bahamonde López fue le menos “chilote” de esta familia de chilotes. Después de cursar sus estudios primarios en Castro se inscribió para la escuela normal de Valdivia, planteles que recién habían empezado a funcionar en el país. Le pidió a su padre, don Belisario, que le costeara los estudios al amigo de su infancia en Castro, Francisco Bohórquez, y ambos partieron a la cuidad del Calle Calle y completaron sus estudios de profesor primario. Al término de éstos, Pancho Bohórquez decidió “trabajar por su cuenta” en ganado en esa zona. Y Antuco o “El Chueco”, como le decían, partió al norte, a Taltal, en 1906. Taltal era entonces un puerto salitrero en auge, que había sido esencialmente minero hasta 1879, impulsado por José Antonio Moreno, y desde el comienzo de la Guerra del Pacífico, se convirtió en salitrero. Este auge hizo crecer la educación, lo que determinó la fundación del liceo. En este plantel, Antonio se desempeñó como bibliotecario y profesor de ramos técnicos: Gimnasia y Dibujo, más unas horas de Castellano. (Hay cita de su nombre en un tomo del Anuario del Salitre, de Domingo Silva Narro). Permaneció en este puerto hasta 1928, año de cierre del liceo por el General Ibáñez. En 1929 fue trasladado a Antofagasta, al Instituto Comercial, donde desempeñó horas de Educación Física y redacción Comercial, además, alcanzó el cargo de Inspector General, antes de jubilar por años cumplidos y por enfermedad. En Antofagasta, ya viudo, se casó en segunda náuseas con doña Mina Callón, de origen alemán. Falleció en Santiago. Está enterrado en el Cementerio General.Alberto Bahamonde López, fue traído a Taltala por su hermano Antonio cuando se vino del liceo. Aquí completó algunos estudios y, luego regresó a Valparaíso, a buscar trabajo. A los pocos años regresó a Taltal, pero como Contador del vapor Lautaro, de la Compañía Naviera Bohórquez Hnos., de Pancho Bohórquez. Esto significó un reencuentro con los amigos infantiles y pancho Bohórquez le regaló al “Chueco” un pasaje familiar en un camarote de primera para un viaje por toda la costa del país. Este viaje se cumplió en parte: Taltal, Arica, Taltal (con su hijo Mario) y Taltal Valparaíso toda la familia compuesta por las tres personas. Desde Valparaíso continuó el viaje familiar por tren hasta Puerto Montt y, luego, en vaporcito, hasta Castro. En estos barcos Alberto realizó varios viajes a Europa, desde, desde cuyos puertos se recibían en Taltal tarjetas postales. Después, ascendido a cargos mejores, se quedó en Valparaíso trabajando siempre en firmas navieras. Falleció en Valparaíso relativamente joven, sin haberse casado. No dejó hijos.</span></span>Mario Bahamonde Silvahttp://www.blogger.com/profile/04540264442651574615noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1262206418816982820.post-25569440522790161562007-06-30T18:43:00.000-07:002007-07-14T17:40:32.378-07:00CARTAS PERSONALES DE MARIO BAHAMONDECarta de Mario Bahamonde S. a su hijo Mario Bahamonde Lara<br /><br />Antofagasta, 20 de octubre de 1976<br /><br /><br />Ñoto: te celebro tus deseos de conocer, así como al paso, la nómina y destino del conglomerado humano que forma el caudal familiar. Desafortunadamente yo carezco de ese sentido de familia tradicional (del pater familiae) y, por el contrario, me formé en un Internado y en muchas pensiones, residenciales y pensionados, de modo que esta formación se asimiló al hecho de haber sido hijo único, lo que es fatal para guardar algún sentido de relación familiar. Sin embargo, algunos recuerdos tengo. Recuerdos imprecisos. Conocí a mi abuelo paterno, a don Belisario, muy viejo y metido en una cama. Fue la primera vez que me llevaron a Castro y tendría entonces unos seis años. La imagen que conservo es la de un viejo barbón, completamente encanecido, de cara redonda, muy enfermo. Estuve un rato a su lado y luego lo dejamos tranquilo en su reposo. Parece que murió al poco tiempo. Conocí a mis tías Yeya y Amalia, esa primera vez que me llevaron a Castro. Pero a la segunda la volví a ver a sus 84 años, en 1969, cuando regresé a Chiloé a reconocer la tierra de mis antepasados. Por el lado materno no conocí a los abuelos. Y tuve muy pocas referencias familiares, pues las hijas (hermanas y mis tías) vivieron en ciudades distantes, de modo que los recuerdos eran muy secundarios en el orden familiar. Repetí demasiado ese dicho de “mi familia comienza en mí”. Y, lo que es peor, lo sentí como cierto. Pero parece que no. No es que la sangre tire, pero ese ancestro, esa herencia, ese pasado, ese respaldo del tiempo están presentes en uno, aunque sea por pura curiosidad. Los chilotes son pataeperros. Se van a la Patagonia a trabajar. Otros recorren el país entero. En Chuqi ( en el antiguo Chuqui) supe de muchos chilotes. Están un tiempo trabajando, juntan un poco de dinero y regresan a la isla a ver a su parentela, que allá siempre es muy grande. Un día, la Ida con su marido tenían que ir a Dalcahue a dejar cartones de cigarrillos, pues ellos son los proveedores. Y partimos. Allá me entretuve caminando por la única calle y mirando un chancho enorme. De repente se acercó un señor a saludarme y a contarme que éramos parientes por el lado de don Belisario. Esto allá es muy común. En Chonchi me encontré con otro señor que me dijo que éramos primos (Hermano de Avaro Gómez, el profesor de música de la escuela normal). A veces pienso que me gustaría volver a Chiloé por unos días y, si tuviera dinero, te invitaría a pasar una semana allá para conocer la raíz vital de nuestra sangre, comer curantos y tomar el licor de oro de los chonchinos. Toda la rama nortina de la familia fue pobre. A lo sumo un buen pasar. La tía Rosa, cuando estuvo enferma en La Serena, compró una casa en La Alameda. De esas antiguas, espaciosas, con tres patios, papayos, chirimoyos, paltos y una acequia al fondo. Yo estuve por un tiempo en casa, cuando mi mamá enfermó y mi papá la llevó al Hospital San Juan de Dios, de Valparaíso, donde la operaron (al parecer inútilmente, según comentarios de las enfermeras del hospital). En Valparaíso estaba la tía Consuelo, que vivía, primero, en el cerro Los Placeres y, cuando se casó con Juan Muñoz, se trasladó a l cerro vecino; el Barón. Los primos chilotes son muy querendones allá, en Castro, bajo esa lluvia permanente. La Ida es una gorda garabatera y farrera, igual que su marido. La Olga es concertista en piano, con estudios completos en el Conservatorio Nacional pero vivió de ser profesora de música del Liceo de Castro, donde se casó con Lucho Andrade (él en segundas náuseas, cuando enviudó) que es su primo. Los hijos son, entonces, Andrade Andrade. ¿Qué más?...<br />Te repito el corrido popular chilote y te acompaño una carta en décimas populares que me mandó un poeta minero de Vallenar.<br /><br />Un día Salvador Reyes me preguntó: “¿Tú tienes parientes?” Pero se corrigió inmediatamente y agregó: “¿De veras que tu padre era chilote?” Y con eso basta para explicar mis raíces.<br />Te cuento estas cosas por el alegrón tremendo que tuve de verte y estar unos días juntos y gozar de tu generosa bondad humana. Y no te digo esto porque soy un viejo chocho.<br /><br />Cariños<br />MarioMario Bahamonde Silvahttp://www.blogger.com/profile/04540264442651574615noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1262206418816982820.post-59962932517130049312007-06-30T18:29:00.000-07:002007-06-30T18:35:54.255-07:00Mario Bahamonde S. Intento bío-bibliográficoLa vida de Mario Bahamonde se inicia en Taltal el 17 de Abril de 1910 y concluye en la cuidad de Antofagasta el 30 de Noviembre de 1979. En Taltal permaneció hasta completar el 2 Año de Humanidades, correspondiente al actual 8vo año de Enseñanza General Básica. Se trasladó a Santiago para ingresar al Instituto Nacional Barros Arana y finalizar la enseñanza secundaria. Desde su ingreso al establecimiento figuró entre los dirigentes estudiantiles, organizadores de la Biblioteca, el Deportivo y el Ateneo del establecimiento. Mantuvo amistad con varios de los estudiantes de esas promociones durante toda la vida. Ingresó a la Universidad de Chile, específicamente al Instituto Pedagógico donde estudia Pedagodía en castellano y Filosofía. Su carrera de Profesor comenzó al mismo tiempo de su ingreso al Instituto Pedagógico, dictándose sus clases en el Instituto Federico Hansen de la capital. En esta forma ayudaba a costear sus estudios.<br /><br />Su padre Antonio Bahamonde López, profesor, se había trasladado a Taltal para desempeñar la docencia después de haber obtenido el título de profesor normalista en la Escuela Normal de Valdivia. Había llegado desde la Lejana Isla de Chiloé, sonde el invierno es como una cuidad abandonada”. Contrajo matrimonio con doña Amelia Silva; nacen Olga, que sólo vive un año, y Héctor Mario, “abnegado y sufrido”, como decía el propio Bahamonde.<br /><br />Desde muy temprano estuvo dedicado, a las lecturas y a la escritura, sin embargo, siempre acumuló más escritos ajenos que propios. Sus poemas iniciales, reunidos por uno de sus amigos en un intento de volumen, se tituló: Camanchaca de Espumas, sin embargo, nunca fue publicado.<br /><br />Su primer libro publicado es Pampa Volcada, contiene tres cuentos y formó parte de la Colección La Honda, la serie que reunió a casi todos los escritores de la generación del 38, dirigida por el escritor chileno Nicomedes Guzmán. Fue este escritor quien se apropió de los cuentos de Mario Bahamonde para incorporarlos a este proyecto, casi con el desconocimiento del autor. Bahamonde lo había olvidado, como un proyecto más, cuando recibió la noticia del galardón que le otorgó el Pen Club de Chile, como el Libro del año. Esto ocurrió en 1945.<br /><br />Uno de los cuentos incluidos en este libro es El Cara’e Picante, cuento que obtiene el premio Municipal de Antofagasta, y que es editado en un pequeño volumen conteniendo a los tres escritores antofagastinos premiados en esa oportunidad: Mario Bahamonde Silva; Arturo Ramírez y Manuel Durán Díaz.<br /><br />Su segunda publicación es personal en todo sentido. Prácticamente es un libro artesanal, hecho por sus propias manos.<br /><br />El señor César Antivillo, profesor de la antigua escuela N° 9 de Antofagasta, dispuso de todos sus conocimientos de impresor y del taller de esa escuela para esta aventura literaria nortina. Allí se reúnen cinco cuentos de Mario Bahamonde, esto ocurre el año 1951. El libro tuvo por título De cuán lejos viene el tiempo y sus ciento cuarenta páginas sólo tuvieron una edición aproximada de 500 ejemplares.<br /><br />El primer cuento que aparece en este lejano libro se llama Toda la Pampa es un solo camino, es de corte histórico (revolución de Balmaceda), considerado por algunos críticos de la época como el mejor cuento de Mario Bahamonde. El segundo se llama En la noche y con los ojos abiertos y relata la búsqueda de un hombre desaparecido en medio del desierto inesperadamente. El tercer relato es El negro destino de Hans Kuttz. Este cuento junto con El cara ‘e picante han sido teatralizados y radiotearalizados por diversos grupos de actores chilenos. El cuarto cuento del libro. El cuarto cuento del libro es Tres hombres en soledad, seleccionado en varias antologías de cuentos chilenos posteriores a esta publicación. Una de las antologías donde aparece es Tierra Ajena, selección efectuada por Francisco Coloane. La última narración es El silencio sobre la tierra, un truculento relato de la soledad del desierto, que es uno de los temas preferidos por el autor.<br /><br />En la edición del diario El Mercurio de Antofagasta correspondiente al día Domingo cinco de Agosto de 1951, aparece la siguiente información: “Los componentes del Grupo de Letras de la Sociedad de Bellas Artes, ofrecieron un cóctel en honor al señor Mario Bahamonde, con motivo de la aparición del libro De cuán lejos viene el tiempo”, el tercero que publica en su vida literaria.<br /><br />Ofreció la manifestación don Danilo Tacusis en calidad de Secretario de la institución...”.<br /><br />Bahamonde desarrolla otras actividades, un mes antes que saliese a la publicación en este artículo en el diario haciéndose mención a su creación literaria, el mismo periódico mencionaba el día diez de Julio sobre la presentación de una obra de teatro en Antofagasta, según decía parte del artículo.<br /><br />“...Desde que el existencialismo incorporó al teatro su filosofía de lo truculento, el juego escénico se ha renovado y Albert Camus se ha convertido en el artífice de las complicaciones, así lo demuestra El Malentendido estrenado en el teatro Latorre de Antofagasta por el Grupo Libre de Teatro”.<br /><br />“...El conjunto que hace algunos meses sorprendió a la cuidad con un estreno de Sartre y que llamó la atención en Santiago, posee muchos méritos. Tal vez el mayor sea su capacidad de adaptación a las obras; el público siente que eso mismo podrían haberlas hecho elementos profesionales, y se lleva una idea más que aproximada de las corrientes artísticas contemporáneas. Gran parte de este triunfo es de Mario Bahamonde que ha seleccionado a un grupo de actores con espíritu sobrio y disciplinado”.<br /><br />Hasta aquí el comentario de Tito Castillo, director del diario El Mercurio de Antofagasta en aquellos años y actual director de la revista Atenea de la Universidad de Concepción.<br /><br />Este Grupo Libre de Teatro que dirigió Mario Bahamonde estaba integrado por María Teresa Castro, poeta fallecida recientemente; Flavia Wood, profesora jubilada residente en Santiago; René Largo Farías, activo locutor y folklorólogo chileno, incansable director de Chile Ríe y Canta y María Cristina Zayr, entre otros actores.<br /><br />De esos años, entre los episodios olvidados, se encuentra el comentario de Ricardo Latchman, el crítico chileno por excelencia que tanta falta hace en Chile de hoy.<br /><br />“...En Pampa Volcada se percibe pronto la diferencia que hay entre los escritores que conocen lo que pintan y aquellos que se guían por simples informes de otros y lecturas. Hemos seguido con curiosidad los progresos de los relatos de Mario Bahamonde, que en este libro alcanza a ofrecer una muestra de excelente comprensión y dominio de los temas nortinos. No es un criollista minucioso ni aburrido, tiene el sentido de la medida y de la mesura, sin entrabar la acción ni ahogar a los personajes. Todavía puede madurar su estilo, pero no es incorrecto ni se delata en lo escabroso. Hay un dibujo fino que insinúa muchos elementos des escueto paisaje sin agotar las descripciones. Otros se han metido en la pampa de cabeza y la pampa los ha vencido, lo mismo que derrotó antes a los que perseguían en su suelo. Aquí está comprendida y sus elementos dramáticos han saturado al narrador...”<br /><br />Este comentario lo estamos extractando del diario La Nación, edición del 6 de Noviembre de 1945, continúa Latchman:<br /><br />“Volvamos ahora a la literatura sobre la pampa. La diferencia entre este nuevo escritor con los anteriores, es que no se derrama frases retóricas y multicolores sobre un escenario que es como dice Bahamonde, un camino donde se van los días. No es fácil si no se consigue un dominio hondo del ambiente, penetrar en los detalles y en la psicología pampina. Bahamonde ha sido lento y constante en su trabajo literario. Sabemos lo bien dotado que es y conocemos su fibra de observador humorista. Ahora tiene por delante un camino vasto y debe publicar su novela inédita En la pampa quedan las cruces”.<br /><br />Sobre esta novela que permanece inédita, existe también una historia olvidada.<br /><br />Fue presentada por Bahamonde al certamen organizado por la Sociedad de Escritores de Chile en el año 1950 en el género novela. En esa oportunidad obtuvo el galardón Joaquín Ortega, hoy completamente olvidado y también su novela ganadora Infierno Gris.<br /><br />El jurado de este importante certamen de la Sociedad de Escritores de Chile, estuvo compuesto por el escritor Alberto Romero, el poeta Carlos Prendes Saldías y el escritor Eduardo Barrios. El premio era único, y como ya dijimos lo obtuvo la novela Infierno Gris de Joaquín Ortega Folch. Obtuvieron éxitos las siguientes obras: Puerto Limón del escritor costarricense Joaquín Gutiérrez (residente en Chile hasta el año 1973 y actualmente en San José de Costa Rica), Solamente la vida del escritor Oscar Castro que después fue publicada y conocida como La vida simplemente; Tiempo irremediable, de Manuel Rojas que más tarde publicó como Hijo de Ladrón y Cuatreros de Baltasar Castro, que después fue publicada como Un hombre en el camino, Bernardo, héroe y mártir de Fernando Silva (no sabemos si ha sido publicada) y Puerto de Embarque de Mario Bahamonde que permaneció inédita por determinante decisión del autor y que no es otra que aquella primitiva En la Pampa quedan las cruces a la que hace mención el crítico Ricardo Latchman.<br /><br />Una vez consultamos a Bahamonde la negativa de intentar la publicación de esta novela, a lo que nos dijo:<br /><br />“Iba a ganar y perdió. Ahora al olvido. No pierdas de vista que la melancolía es el color complementario de la infelicidad y el olvido, el primer paso a la superación”. La novela no fue publicada jamás.<br /><br />Un día asumió la Rectoría del Liceo de Hombres de Antofagasta. Mario Bahamonde fue profesor de este liceo desde el año 1934. El primer nombramiento que obtuvo por concurso de oposición de antecedentes una vez obtenido el título de profesor. Al margen de las ayudantías y de los nombramientos interinos, fue el profesor del Liceo de Hombres de Antofagasta en las asignaturas de Castellano y Filosofía.<br /><br />Así informó la prensa local de esta nueva tarea en la carrera docente de Mario Bahamonde el domingo 21 de Febrero de 1954.<br /><br />“Tengo veinte años en el Liceo de Hombres de esta cuidad y pienso que la educación implica un principio de respeto mutuo. Este respeto debe ser la pauta para convertir al niño en hombre paulatinamente y para ir descubriendo en él sus propios valores, sus gustos, sus intereses, sus vocaciones y a través de ello orientarlo en la vida”.<br /><br />Tales fueron las primeras declaraciones que nos formuló ayer el nuevo Rector del Liceo de Hombres, Mario Bahamonde Silva, taltalino, 43 años, con estudios en el Barros Arana y en el Instituto Pedagógico.<br /><br />Como escritor se ha caracterizado por su decidido afán regionalista, y tiene cuatro libros editados y dos en preparación. Su primera obra es En la pampa quedan las cruces (se refiere a la información a la novela Puerto de Embarque, presentada al certamen de la Sociedad de Escritores de Chile), la escribió en 1940, pero al corregirla no le gustó y la dejó sin publicar... “Personalmente, finalizó el señor Bahamonde, espero que el Liceo de Hombres, de aquí a algunos años sea el mejor plantel de Antofagasta”.<br /><br />Lo consiguió Bahamonde, con los más extraordinarios esfuerzos personales y a pesar de las más enconadas oposiciones. Llegó a producir los más altos puntajes del bachillerato y las más definidas vocaciones profesionales durante un largo espacio de tiempo.<br /><br />Mario Bahamonde fue separado de su cargo de Rector del Liceo de Hombres de Antofagasta en Septiembre de 1973.<br /><br />Mario Bahamonde tenía 43 años de edad cuando asumió la Rectoría y fue un cargo que consumió parte importante de sus energías. Sin embargo, nunca dejó de escribir y tener activa participación en las labores del acervo nortino nacional.<br /> <br />A fines de 1956, Mario Bahamonde publicó Ala Viva. Al respecto Catalina Gómez, publicó un artículo en el diario El Mercurio que decía:<br /><br />“Ala Viva es sin duda alguna, de las narraciones en que Mario Bahamonde vuelca con mayor énfasis, esa enorme ternura que encerraba en su corazón, para todo lo que concerniera a nuestro norte”.<br /> <br />“Bien lo señalaba Andrés Sabella cuando escribe: ‘Artesano apasionado, labró en Ala Viva poco más de una historia para quedar en la memoria de nuestras letras’”.<br /><br />También Alfredo Aranda en su fiel despedida al escritor y al maestro, hace mención de este cuento en que Bahamonde dice que: ...”los pájaros son el alma de la tierra... el alma móvil y fugaz...que ellos no hacen germinar el viento...pero hacen florecer la distancia” y nos deleita y nos hace estremecer con las aventuras de una humilde garuma que lleva ese nombre, Ala Viva.<br /> <br />De Ala Viva dice Yerko Moretic:<br /> <br />“Bahamonde aprovechaba aquí las curiosas circunstancias que ofrecen las agrumas del norte, su vida se desenvuelve entre el litoral...En efecto, nacen en la pampa, vuelan hacia la playa, buscan su alimento en el mar, regresan al desierto y finalizan su existencia en la costa. Son decenas y decenas de kilómetros recorridos diariamente, con una extraña avidez de abrazar toda la zona. Ala Viva es precisamente el nombre de una garuma. Bahamonde la sorprende en sus primeros esfuerzos por volar hacia la costa y en sus primeros conocimientos de la extensa y cálida planicie calichera. Aquí la hace conocer a los hombres que iniciaron la penosísima conquista del desierto y para ello recurre a las fantasmagóricas evocaciones. El primer episodio por ejemplo es muy sencillo, en plena pampa puede verse una mula muerta hace muchos años, conservada por la tierra salitrosa se mantiene en pie, la garuma divisa esta extraña figura y cuando pregunta la razón del misterio, surge la evocación del loco Almeida, el fabuloso Diego de Almeida...”<br /><br />“La garuma realiza por fin el viaje a la playa; allí se estrena en la ansiosa búsqueda de los cardúmenes y traba amistad con otros pájaros. Sabe del amistoso y paternal Alcatraz, del veloz y malvado Piquero, del hermosos Pato Lila, de las aristocrizante y pérfida gaviota, (no te metas con ellas Ala Viva. Esas aves asesinan hasta los huevos que encuentran, con decirte que lanzan al mar a sus propios hijos antes que sean capaces de volar...”)<br /><br />“La primera jornada marítima es larga, emocionante, cansadora y repleta de incógnitas. Por eso cuando al atardecer remontó los cerros para alcanzar su guarida nocturna en el desierto, su corazón iba pensando por qué es tan inofensiva la modesta Changuita y por qué es tan juguetón el Pimpinela. ¿Por qué...por qué? ¡Por qué existen diferencias entre los pájaros?”.<br /><br />“Ala Viva, es el cuento de Bahamonde que más se ha publicado desde aquella hermosa edición de 1956 que reza en su colofón: “Para realizar esta diminuta aventurilla gráfica hube de pedir...y, además de su cordialidad me dieron...<br /><br />Don Luis Fernández Navas, la composición tipográfica y los clisés;<br />Don Nicolás Pérez, los dibujos y su paciencia;<br />Don Guillermo Cuidad, sus cuidad y atenciones;<br />Don Alejandro Galetovich, la fotografía;<br />Don Prudencio Gómez, lo que no supo, en los ejemplares especiales;<br />Don Juan Zalvidea, lo que supo, y, además, supo callarse;<br />El Mercurio de Antofagasta, su personal y sus talleres.<br />El liceo de Hombres, sus pequeñas prensas.<br />El tiempo, la aventura incansable del entusiasmo.<br />¡Casi nada!<br /> <br />Estas aventuras tipográficas que Bahamonde arriesga en la Imprenta del Liceo de Hombres, dan como frutos las siguientes obras:<br /><br />“16 Poetas Nortinos”, un pequeño y hermoso libro que contiene resultados del Certamen de Poesía organizado por el Grupo de Letras de Antofagasta, en el año 1960.<br /><br />Antofagasta, Pasión y Poesía, que contiene a catorce autores que cantan a la cuidad de Antofagasta y que también es auspiciado por el Grupo de Letras de Antofagasta, dirigido entonces por Hugo Poblete Bahamonde. Esta Aventura tiene lugar en el año 1961.<br /><br />Y al Norte...la poesía, también del año 1961 y contiene los primeros premios del Certamen Municipal de Poesía de Antofagasta de ese año. Cuenta con el auspicio del Grupo de Letras.<br /><br />En el año 1965 con el auspicio del Departamento de Extensión Cultural y el de Artes Plásticas de la Universidad de Chile, sede Antofagasta, se edita Poemas y Grabados. Es una de las primeras actividades Gráficas que realiza Bahamonde en el cargo de Director del Servicio de Extensión Cultural de esa casa de estudios. Cargo del que es separado el 11 de Septiembre de 1973, con motivo del Golpe de Estado.<br /><br />En el mismo año 1965, Mario Bahamonde hace realidad el proyecto de una revista universitaria para la Universidad de Chile, sede Antofagasta; publica el primer número de la Revista Ancaora, que alcanza un total de seis, el último de los cuales es publicado a fines de 1972 como homenaje al poeta Pablo Neruda, Premio Nobel de Literatura. El número siete de esta revista creada por Mario Bahamonde, estaba dedicada al mar y contenía, entre varios artículos científicos escritos por especialistas universitarios, una selección de poemas dedicados al mar de Chile. No fue editada.<br /><br />En el año 1971, en colaboración con un equipo técnico Bahamonde publica la Guía de la Producción Intelectual Nortina, trabajo de investigación y difusión bibliográfica que cuenta con el auspicio del Servicio de Extensión de la Universidad de Chile, sede Antofagasta.<br /> <br />En el año 1972, Mario Bahamonde obtiene el Primer Premio del Certamen Nacional de cuento Baldomero Lillo, con su relato Soledad en la Puna. Este cuento es publicado en un libro que contiene los primeros cuentos mencionados en dicho certamen, bajo el sello de la editorial Quimantú.<br /><br />La misma editorial edita en el año 1973 Pampino y Salitreros, un trabajo de investigación social sobre el norte y sus trabajadores, que Bahamonde enfocara desde la fichas pampinas, forma de pago a obreros del salitre. En su oportunidad se dijo de este Pampinos y Salitreros.<br /><br />“El nortino como hijo de la aventura, el negocio del salitre y el negocio de los salitreros, incluyendo algunos de sus negociados. Las características del pampino y sus condiciones de vida son otros aspectos tratados en este libro que también refleja las luchas sociales y la organización obrera en el norte, amén de un diario capítulo sobre fichas de las oficinas salitreras, el salario del hambre de días pasados y actualmente apetecidos para los coleccionistas de monedas”.<br /><br />En orden cronológico, la siguiente publicación de Mario Bahamonde fue El Caudillo de Copiapó, novela que fue nominada Premio Municipal de Literatura en el Concurso Anual de la Municipalidad de Santiago, año 1978. Este celebrado relato obtuvo las mejores críticas de los especialistas en los diversos medios de comunicación. Fue editado por Editorial Nascimento en 1977.<br /><br />Al año siguiente la misma editorial publica Derroteros y Cangalla, una selección de 21 cuentos de Mario Bahamonde. La mayoría de ellos están figurando desde antes en antologías, o vieron la luz en diarios y revistas, pero, algunos inéditos, como La Vírgen de Oro, La Duda, El Tio Hemingway, El Pez y la Piedra, Perspectivas, El Club de los Aburridos, entre otros, forman parte de esta selección.<br /><br /><br />De este libro dice Gonzalo Drago en La Prensa de Curicó:<br /><br />“Escritor provinciano alejado de cenáculos y corrillos metropolitanos, Mario Bahamonde es otro de los postergados con el discutido Premio Nacional de Literatura, que en ciertas épocas no ha sido ejemplo de ecuanimidad y justicia, de acuerdo con los postulados de la Ley que lo creó en el año 1942.<br /><br />Es preciso reconocer los méritos donde se encuentran porque en el campo de la literatura nacional no debe haber “parcelas” partidarias ni ideologías, sino, estricta justicia para premiar merecidamente “La obra literaria de toda una vida”, como reza la ley citada.<br /><br />Hasta aquí el comentario del escritor Gonzalo Drago, otro postergado del Premio Nacional mencionado.<br /><br />El mismo año 1978 Bahamonde ve publicado si Diccionario de Voces del Norte de Chile, un trabajo de investigación que le significó varios años de trabajo paciente y casi solitario. Para dar forma a este diccionario Bahamonde abarcó los siguientes temas; geografía, toponimia, etimologías, historias, arqueología, botánica, zoología, folklore, minería, tipología social, leyendas y habla nortina. Esta última la que originó la idea de realizar un trabajo de semejante envergadura.<br /><br /><br />En el diario La discusión de Chillán, el 11 de Noviembre de 1978, el escritor Carlos Ibacache escribe:<br /><br />“Esfuerzo grande de un escritor nortino quien se ha distinguido por su labor cultural y particularmente por su quehacer literario, hoy nos sorprende con un trabajo diferente, fruto sin duda de muchos años de labor.<br /><br />Su voluminoso diccionario, dispone de referencias cogidas en ciencias y disciplinas tan diversas como la geografía, la historia, la arqueología, la botánica, la zoología, la minería, la tipología social, las leyendas, el folklore, la toponimia, la etimología; todo en beneficio de un mayor conocimiento del habla hispana.<br /><br />Un diccionario de voces de este tipo, necesariamente es muy útil para el profesional curioso y el estudiante preocupado por materias del lenguaje. Para el especialista es también una fuente bibliográfica importante. Sin embargo, tal como lo reconoce el autor, el estudio de las voces como materia específica corresponde a la Lingüística, ciencia que ha adquirido en los últimos años un extraordinario desarrollo.<br /><br />El último libro publicado en Chile, en vida de Mario Bahamonde, fue este Diccionario de Voces del Norte de Chile.<br /><br />Comienza el recuento de los libros póstumos de Mario Bahamonde con Gabriela Mistral en Antofagasta: Años de Forja y Valentía, cuando aún era Lucila Godoy, como profesora del Liceo de Niñas de Antofagasta. Esto ocurrió entre Enero de 1911 y Junio de 1912. El grueso del material usado en este trabajo pertenece a correspondencia de Gabriela Mistral con diversas personas y personalidades de Antofagasta de aquellos años. Este primer libro póstumo de Mario Bahamonde aparece en el año 1980 y es editado por Editorial Nascimento.<br /><br />El mismo año 1980 fue publicada su novela Ruta Panamericana cuya anécdota corresponde a un viaje en bus desde Antofagasta hasta la capital, donde cada pasajero vive su propio drama. Cada pueblo y lugar nortino, tan bien conocidos por el autor, son descritos a través de esos personajes también nortinos. Es una edición Nascimento.<br /><br />En el año 1981 aparece, editada por Nascimento, la novela Gente de Greda o los Ceremoniales del Tiempo, que, siempre en la temática nortina y con las características de Bahamonde en sus escritos, tiene la particularidad de acercarse a las leyendas y al paisaje de telúrica grandeza del norte chico, con sus supersticiones y costumbres<br /><br />De esta novela dice el académico, Hernán Poblete Varas:<br /><br />“Mario Bahamonde maneja con maestría de novelista y oficio de investigador esta trama crepuscular. Recoge antigua sabiduría: Si su bisabuelo fue español, usté no tiene alma por mucho que se la rebusque, porque parece que se vinieron a América por esa razón: a buscarse una. Pero si fue de estas tierras o de las tierras vecinas de San Juan o Tinogasta o por ahí, entonces, si que tiene. Y el alma de nuestra gente es de greda, don Tamango, sí, don Tamango, de greda en forma de cántaro. Algunas más bonitas y muy bien hechas y otras más burdas, pero todos tienen. Por eso, cuando mueren, les entierran el cántaro al lado, por eso del alma.”<br /><br />“...Una vieja sabiduría se expresa por el pensamiento y labios de esta gente de greda: “Salvo cuando ya era mucha la exigencia del pensar, los más audaces aplacaban sus angustias considerando que la justicia es el instrumento de la cultura para defender la verdad”.<br /><br />Es un hermosos libro este, que culmina la existencia literaria de Mario Bahamonde. Lástima que no lo haya visto publicado en vida: Pero el testimonio y el goce para los lectores”.<br /><br />Aún hay mucho por editar y mucho por decir. Preparó una Antología del Cuento Hispanoamericano que es una selección que deja en claro conocimiento, no sólo de autores chilenos sino de estilos y problemática del continente. Inéditos permanecen una serie de cuentos y toda su poesía.<br /><br />Todo lo que escribió Mario Bahamonde tiene un valor. Sus ensayos, por la seriedad de sus investigaciones y por la profundidad de sus ideas; sus relatos y novelas, por la pureza de su expresión y el dominio del idioma y del medio que relata; sus cartas, por su espontaneidad y humor, su poesía por el inmenso amor que recoge a su tierra y la canta con todos sus rasgos. Escribió cartas que son admirables muestras de lo que era este hombre. Este fragmento es el escrito a un amigo después de saber que éste, preocupado por su salud, pues Mario Bahamonde había sufrido un infarto al miocardio, le había llamado por teléfono, dice:<br /><br />Querido Hugo:<br /><br />Este infarto con que me anduvo golpeando la prologada juventud que ya tengo encima, lo encuentro la cosa más lógica del mundo, imagínate los torrentes de amor, los caudales de turbio odio, las marejadas de volcánica pasión que han pasado por mis gastadas arterias...Imagínate todo el sarro cumulado por cuántas noches de “embriagada poesía”...<br /><br />Este infarto es lo más justo del mundo. Además, desde que a uno le meten en carácter de bulto en una cama de la sala de recuperación, la cosa se pone de lo más entretenida. Lo primero que sucede es que todos le cambian nombre. Yo me pasar a llamar El Infarto. Y mis vecinos se llamaban El Riñón, el Otro Infarto, La vesícula, El abdomen y no recuerdo más. Por ejemplo, El abdomen tiene frío y La Vesícula quiere la chata. Pásenle una frasada al Infarto...<br /><br />“... y desde hace ya un mes, estoy en la casa, La Germana cree que estoy descansando, aunque en verdad de eso hay porque ella tiene que ir al dentista en las tardes y me quedo solo. Lo malo es que ella piensa que yo descanso todo el día. En las tardes soy feliz a mis regalados antojos... Cómo no seré feliz...no puedo comer sal, no puedo caminar más de diez pasos seguidos, no puedo tomar aire, (menos líquidos) no puedo, no puedo, no puedo. ¡Soy feliz! Nunca me imaginé que esto de llegar a menos joven fuera tan fastidioso. Me imaginé que cuadraría muy bien con un viejo verde bien hecho, con garbo y gallardía, pero apenas soy un viejo calamitoso que no fuma, no come mantequilla ni queso tampoco “se la puede” ¡Imagínate!.<br /><br /><br />La alegría mayor me la dieron los amigos.<br /><br />... Estaba en la sala de recuperación de lo más entretenido con los ayes lastimeros de los moribundos, con los quejidos mortales de los agónicos y con el olor del aire con éter cuando supe que tú habías llamado por teléfono desde Santiago. Por un rato dejé el dulce entretenimiento plañidero y me recorrió una hilacha de recuerdos...cuando perdiste una comida por colocolino...cuando hicimos un paseo en camión y paneó y quedamos botados... cuando tú te curabas en la casa de los Carreño...cuando...y de golpe sentí que volvía la vida a correrme por las arterias profundas de mi gastado corazoncito. El agradecimiento se hunde como profundas raíces en mejor terreno humano”.<br /><br />Sobre Mario Bahamonde el hombre, sobre Mario Bahamonde el maestro, el poeta y escritor, investigador y cultor del acervo nortino, hay mucho que decir. Especialmente, lo creamos con firmeza, en esta zona donde tanto le debemos y donde aún se teme su enorme dimensión y nadie asume el homenaje merecido por las pruebas desmoralizadoras que las circunstancias hacen vivir al país.<br /><br />Ya vendrá el tiempo de poner su nombre a una calle de Antofagasta. De publicar sus inéditos. De reeditar sus escritos.<br />¡Vendrán tiempos mejores!<br /><br /><em>( Mario Bahamonde Silva, Homenaje de Taller Encuentro, en un texto de 20 páginas, editado en 1988 por Freddy Maturana B., Miguel Campos, Carlos Farías, y que contó con el diseño de portada de Jaime Santibáñez Ferrie).<br /></em>Mario Bahamonde Silvahttp://www.blogger.com/profile/04540264442651574615noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1262206418816982820.post-87519973532873386022007-06-30T18:17:00.000-07:002008-12-11T03:15:44.316-08:00ESCRIBIERON SOBRE MARIO BAHAMONDE SILVA (Andrés Sabella, Sergio Gaytán...)<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPWWT3ghK8mObUFfLzeIIDmPEna2jRTmIymzh7xKriZLtDJGP4F7nyg5gp-jccPXcy4Nnlpyu4RKlFlJPwBFjlY3UxSdPZsDy1aTjNMNNNTTIzFMiG7R77Srxw5QV8p3o4EKhDL9fAzcg/s1600-h/Literatura%2520y%2520%2520conciencia.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5087274848811839122" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" height="179" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPWWT3ghK8mObUFfLzeIIDmPEna2jRTmIymzh7xKriZLtDJGP4F7nyg5gp-jccPXcy4Nnlpyu4RKlFlJPwBFjlY3UxSdPZsDy1aTjNMNNNTTIzFMiG7R77Srxw5QV8p3o4EKhDL9fAzcg/s320/Literatura%2520y%2520%2520conciencia.jpg" width="135" border="0" /></span></a></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><strong>ESCRIBIÓ OSVALDO MAYA:</strong></span></p><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Osvaldo Maya, doctor en filología romántica escribió un completo estudio sobre la novelística de Mario Bahamonde titulado " Mario Bahamonde, Novelista. Literatura y Conciencia Histórica del Norte Chileno". </span><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Ediciones Universitarias Universidad Católica del Norte.</span></p><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">El texto completo pude ser ubicado en la U.C. del Norte, en Antofagasta.<br /></p></span><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><strong></strong></span> </div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><strong></strong></span> </div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><strong></strong></span> </div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><strong></strong></span> </div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><strong>ESCRIBIÓ ANDRÉS SABELLA (POETA NORTINO):</strong></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Si el escritor es lo que son sus palabras, Mario Bahamonde estaba hecho de aquellas que no echan resplandor, sino que ciegan por su profundidad. En tal sentido, era nortino desde la cal hasta la voz.<br /><br />Leyéndolo, con atención de cateador que no se conforma con las primeras vetas que lo detienen, anotamos algunas de estas palabras reveladoras. Desierto, camino, sed, tierra, sol.<br /><br />¡Palabras que pesan, que se parten en huellas, que desgarran, que arrojan contra las piedras, que sacan fiebre a los dorados solares!<br /><br />Bahamonde fue criatura de este desierto. Lo amó, porque entendía que allá. Los hombres empiezan a penetrarse, persiguiéndolo el más derrotero: el sí mismos:<br /><br /><em>“Más lejos, el desierto estaría acurrucándose en su gran lecho de silencio”.</em><br /><br />El desierto es una tentación de lejanías, de metas que imaginamos de agua y de sombra. Obliga a caminar. Caminarlo enseña a tantear azares y espejismos. Bahamonde conjugó, deleitosamente, el verbo, deteniéndose en cada sílaba, como aguada venturoso:<br /><br /></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"><em>“No sé cuánto caminé. Perseguir a un derrotero es como ponerle el hombro a una esperanza”.<br /></em><br />Pero, no se anda sin riesgos en el páramo inmenso. De alguna piedra perdida, engrifada y muda, la sed salta a los viandantes y principia a quemar sus bocas, a encenizarles la voz. Bahamonde ha escrito sed, como doliéndole que la sufran sus personajes:<br /><br /></span></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"><em>“Sol. Fiebre. Sol. Tengo sed”.<br /></em><br />Pero, al hombre del Norte –y Bahamonde lo era-, asimismo, lo exigen palabreas que exceden una cuartilla literaria. Lo aprendieron de la sangre obrera, cuando los “rajos” ansiaban ser bocas para clamar justicia. Y pronuncia, bravío y en alto. Pan y libertad, libro y paz.<br /><br />Mario Bahamonde no esquivó el hombro a sus responsabilidades civiles, porque nunca ignoró que es escritor de verdad sólo el que se decida ano callarla jamás. Y murió en el cultivo de amor de sus ideales de redención humana, sin torceduras del alma, ni arrodillamientos ante la comodidad cobarde de los que se conforman con el cobarde “dejemos las cosas como están”.<br /><br /><em>“Era el desierto. El desierto que nos mordía y nos transformaba hasta sacarnos las palabras y dejar apenas los gestos”.</em><br /><br />A él la pampa salitrera no le secó las palabras: ni las del ensueño, ni de la protesta. Y si Hanz Kuttz, el héroe de “negro destino”, “creía que el hombre vive en perpetua fuga de sí mismo”, Bahamonde probó que el hombre nortino vivió y vive no en fuga, sino que en perseguimientos de vetas y filones, de venturas y alegrías, paras las manos y el corazón de todos los hombres que hermana la Tierra Madre.<br /><br />____<br /><br /></div></span></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"><strong>Retrato a Todo Sol de Mario Bahamonde Silva</strong><br /><br />Para la literatura nortina el taltalino Mario Bahamonde Silva fue una fuerza de creación que no se conformó con su tarea, sino la ensanchó, yendo a la de los otros que cruzaron como él las huellas de la pampa. De ahí el mérito de su obra que se levanta en cuentos de verdadera calidad literaria y de sólido acento humano, en novelas y ensayos, sin despreciar la oportunidad del poema. Pero, buscó viejos papeles, interrogó gentes y archivos, logrando enriquecer nuestra tradición y asegurar el paso hacia el futuro.<br /><br />Hombre de cordialidad, de maestro de raza, enseñó pues donde estuvo, y cuando debió elegir el camino de sus ideas, este fue el de la libertad y el de la justicia. De ahí se alza su imagen que recordamos, como la de un compañero de poderosos relieves.<br /><br />Si alguna distinción podría darse de Mario Bahamonde sería la de llamarlo, sencillamente: HOMBRE DEL NORTE. En tal categoría caben la sencillez y la grandeza de una criatura de servicio y sensibilidad, la sencillez de una piedra y la grandeza de un brazo de nuestro desierto.<br /><br />Lo evocamos, de pie, oteando los paisajes del Norte y llamándonos a seguir fieles a su paso de amor por estos lares.<br /><br />(Andrés Sabella)</span></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><strong>ESCRIBIÓ SERGIO GAYTAN: Mario Bahamonde una aproximación </strong></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Introducción</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Todo escritos es una individualidad muy especial, un ser que en el tiempo se traza una responsabilidad y ésta no es otra que decir, expresar, señalar, proyectar su pensamiento y sus ideas a través del difícil arte de cubrir con la mejor textura la página en blanco, ordenando las palabras.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">MARIO BAHAMONDE (en la vida civil, Héctor Mario Bahamonde Silva), nació en la Bahía de Nuestra Señora de Taltal (o Puerto Mayor de Taltal), el 17 de abril de 1910 y falleció en “el patio norte de Taltal”, es decir Antofagasta, el 30 de noviembre de 1979; en su vida profesional llegó a ocupar los cargos de Rector del Liceo de Hombres de Antofagasta y Director del Servicio de Extensión Cultural de la Universidad de Chile, sede Antofagasta. Sin embrago, por su inclaudicable postura intelectual su imagen pública se verá como la de otros, acallada al llegar el término del régimen democrático chileno en septiembre de 1973 y surgir la dictadura militar que pretendió arrebatar todo, pero que jamás comprendió aquello del “que yo no digo mi canción, sino a quien conmigo va.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Junto a Andrés Sabella, fue incorporado a la Academia Chilena de la Lengua, el 6 de mayo de 1978.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Su vida la enfocó a unir palabras, no sólo las de su propia creación, sino las de otras voluntades que iban por el camino de la literatura del norte de Chile, tras el logro de esa materialización que es el libro, los libros.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Es el escritor que superó cada una de sus etapas al hacer nuevas entregas a las editoriales. Es el escritor que nos dejará corto, cada vez que aparezca una nueva obra suya, de allí que los juicios críticos de Yerko Moretic, quien lo definiera como un escritor nortino dedicado a las cosas de la pampa salitrera y, comentarios de Alfredo Aranda, quien expresó que “no salió de los moldes del narrador tradicional”, son válidos sólo hasta lo que en esos momentos, éste había publicado.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Su aporte técnico y temático permitió ensanchar la cuentística y novelística de nuestros extensos territorios. Su obra está jalonada por diversos hitos. Esos universos creados, seguirán señalando que aquí también es posible pensar. Su obra sorprende y sorprenderá aún más a quien efectúe una lectura total de ella, pero ahora sin moldes no esquemas preconcebidos.<br /></p></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">UN RECUERDO SENTIMENTAL</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Conocí a Mario Bahamonde, sólo hacia los años finales de su vida. Lo conocí en su soledad que le trajo el autoexilio y la salida de sus ámbitos universitarios y liceanos. Tengo la imagen de un hombre concentrado en sí mismo. Más bien parco de palabras cuando no quería proferirlas, pero alegre cuando recordaba algunas anécdotas, ya fuera de la vida literaria o de su intimidad, con esas andazas de sus “familiares” gatunos de alta estirpe, con nombres y apellidos vinosos o, tal vez, de su blanco regalón “Anónimo”.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Más de una tarde lo vi trabajar sobre su máquina de escribir, mientras “Anónimo” merodeaba por sus espaldas y cabeza. Lo hacía casi de un tirón, hecho que se refleja en la mayoría de sus cuentos, todos muy bien hilvanados. Debemos suponer que sus largos silencios eran producto de todo un proceso de elaboración.Sin embargo, el primer recuerdo que tengo de él, es de muchos años antes, tal vez 1958. Es la fría Rectoría del Liceo de Hombres, cuando me señaló frente a mi madre la siguiente pregunta: ¿A qué vienes tú al Liceo? La idea completa es que estábamos en el mes de diciembre y me había quedado repitiendo por primera vez. Seguramente debo haber sentido pena –y a lo mejor vergüenza- pues eso significaba mi salida del establecimiento.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Pasaron muchos, tal vez demasiados años, para que pudiera reencontrarme con el valor que fue y es Mario Bahamonde. El hombre que coleccionó inmensos y azules mapas salitreros, el que guardaba pequeñas cajas, cientos de fichas y papeles que sólo el tiempo conserva; el que tenía una amplia biblioteca, el que mantuvo miles de fichas demostrando su labor de investigador; el que añoraba, en lontanza la antigua Bahía de Nuestra Señora de Taltal, que lo hacía decir socarronamente que nuestra Antofagasta, era el patio de atrás de su puerto natal.<br /></p></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Estos años finales, lo fueron consumiendo por la pérdida de uno de sus hijos, producto del golpe militar. Me honró con su amistad, me permitió el ingreso a su casa. Vi cómo a otros se la negó (tal vez los inoportunos de siempre, con los que no tenía ninguna intención de dialogar). Lo vi pese a su dolor, como hombre entero. Como también lo alegre con la llegada de los paquetes de Editorial Nascimento que contenían su Diccionario y El Caudillo de Copiapó. Celebramos juntos esa noche de la noticia de su ingreso a la Academia Chilena de la Lengua. Hubo chanzas y pullas para el “académico”. Amante de la buena mesa y el mejor vino y alcohol. Por ahora, no quiero recordar esas botellas consumidas en la bohemia de su casa, donde a veces, nos preguntaba qué pasaba en la calle...No niego que esta es una imagen fragmentada. Pero es una imagen que no he olvidado, es una presencia y es otra presencia en el tiempo, como también lo son la de Andrés Sabella y Manuel Durán Díaz.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">UNA APROXIMACIÓNMARIO BAHAMONDE </span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">ingresa al mundo literario con una obra menor: El cara’e picante, que ya lo perfila como un narrador que deberá imponer con el tiempo su sello personal.Es un relato dividido en tres momentos: la tierra, el cara’e picante mismo y el destino. En la tierra, es la descripción de nuestros territorios, son los arenales, es la ausencia de arroyuelos y manantiales. Lo hace, diciendo que aquí hay un paisaje distinto que necesita de un hombre distinto para vencerla o al menos intentar domarla. Da detalles someros de una situación que comentaba Santos Callejas, que por el lado del Cerro Coloso, existía el derrotero naranjo.Canta a la pampa, al desierto; lo explica, lo describe y enuncia la gesta de los hombres que deberían enfrentar esta hosca geografía. El cara’e picante es uno de sus personajes, es el hombre que juega su vida, entre trabajo, ilusiones, alcohol y cierto sentido de fatalismo.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">El cara’ e picante recibe este apodo debido a que: “Las sucias champas rojizas se le arremolinan abundantes por la frente, dando a la palidez de su cara una expresión revuelta y socarrona, de donde el agudo sentido del roto apuntó la semejanza con el exquisito plato extranjero” (pág 9).</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Bahamonde, entonces, se incorpora con un texto de homenaje a la tierra que vio nacer y morir: el desierto del norte de Chile. Lo que se reafirma todavía más, al recordar la conferencia de Gonzalo Drago, donde señaló:“...si miramos hacia sus comienzos como alumno del Instituto Pedagógico, podemos afirmar que Bahamonde se inició literariamente en 1933 con su memoria para optar al título de profesor de Castellano, la que versó sobre “ANTOFAGASTA, TIERRA DE ESFUERZO”, donde cuenta la historia, la leyenda, destacando lugares importantes y la lucha del hombre en el medio ambiente”.Bahamonde alcanza relevancia nacional al ser incluido en Pampa volcada, en el proyecto editorial de Colección La Honda, bajo la dirección de Nicomedes Guzmán. A esto, debe agregarse ahora, el hecho de ser considerado uno de sus cuentos, como lo es El silencio sobre la tierra, en la antología preparada por la Universidad de Concepción, a través de la revista Atenea.El texto es otro relato minero trabajado con gran técnica literaria, aspecto que distinguirá de los narradores nortinos, amén de la intencionalidad y capacidad narrativas, surge ya el problema y la solución, desde el punto de vista técnico.Está ambientado en una zona geográfica que podemos identificar como los alrededores de Cobija y se desenvuelve en dos planos temporales. Un grupo de cateadores, acosados por las distancias, la ambición y la desesperación que genera la búsqueda del filón metálico, se ve agobiado aún más por la inmensidad y soledad.Dice: “El desierto atrapa, encierra, aplasta con su amplitud. Es una desesperación de luchar contra el silencio que duerme en la cara parada) (Pág. 116).</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Pero luego descubriremos que esta situación fatalmente ya había ocurrido. Uno de los personajes se encuentra junto a un cadáver, varias “hojas sueltas , entre dos tapas de cartón, escritas a lápiz”. Es la técnica del relato frente al relato y por qué no decirlo, de una circularidad que invariablemente ha de morderse la cola.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Los últimos años de la década del cruenta. Servirán para generar la futura edición de su primer libro: De cuán lejos viene el tiempo, el que se armará en los talleres gráficos de la Escuela N° 9, y que apareció en 1951. Imaginamos que la edición del libro, enaltece a la cuidad, en la medida que habla de situaciones que le son propias.“Un día las cosas quedan definitivamente atrás –como los hombres cuando mueren- y el viento acumula tierra sobre el olvido”.Así dice en uno de los cinco cuentos que conforman este volumen y que contiene sendas ilustraciones de Nicolás Ferraro Panadés. Aquí, nuestro narrador se plantea ya uno de sus axiomas que desarrollará más tarde, el definirse como un guardián de la historia y entrar al rescate de seres, objetos y situaciones que un día fueron verdad. Es también la tradición la que él desea mantener.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Son cuentos que subtituló “del desierto” y narran las aventuras y peripecias de los que van tras un derrotero, tras el metal y el amor de una mujer y, que en una visión terrenal, la inmensidad geográfica termina por devorarlos, así como la ambición del hombre por ser único dueño de determinado mineral.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">De cuán lejos viene el tiempo, nos muestra a un hombre frente a un paisaje, con sus particulares problemas de subsistencia, de enfrentar soledades, de atravesarlo en sus distintas direcciones y de mostrarlo a través de un tiempo el que ya fue parte de un hecho histórico-político o de otro cuya precisión no importa.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Estos mismo años de los inicios de la década del cincuenta no sólo sorprenden a Mario Bahamonde con la edición de su primer libro, sino además, vinculado a la actividad teatral junto a figuras de esa época, como Marina Teresa Castro, Flavia Wood, rené Largo Farías y María Cristina Zayr, quienes dieron vida al Grupo Libre de Teatro. El hoy ya desaparecido escenario del teatro Latorre sirvió para el estreno de la obra de Albert Camus El malentendido, situación que nos permite configurar lo atento que estaba al desenvolvimiento cultural.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">La I. Municipalidad de Antofagasta, que por esos años auspiciaba concursos promoviendo la actividad literaria, premiaba los poemas Pueblo del Salar Grande de Sabella y en cuento, la obra que edita Nascimento en 1955, Huella rota. Está ambientado en Chuquicamanta en 1925, y otro aspecto técnico utilizado en Cara’e picante, vuelve a ser empleado. Aquí, a diferencia del esquema anterior, la narración se estructura en cuatro momentos: la mañana, huella rota, la noche y el amanecer. Hay morosidad y tempo. Su personaje –Rojo Muñoz_ es un sindicalista que debe huir de los agentes policiales, producto de una huelga. Es la época de las grandes diferencias entre obreros y empelados, es la odiosa dualidad en un mismo territorio y así nos lo plantea: “Acá queda Chile, con sus tierras muertas y sus distancias dormidas; al otro lado es Chilex, metálico y frío cómo una risa de gringo”. El sugestivo juego lingüístico, con la sola adicción de una letra, cambia toda una perspectiva, es la x que aparece imponiendo su barrera cultural y social.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Creemos que Ala Viva, esa diminuta aventurilla gráfica, como la definiera su autor, es el primer rasgo de universalizar nuestros territorios, a través del paisaje de la costa y eso, es en un plano inmanente, pues en el trascendente, esconde el ideal de libertad: “Ala Viva voló por primera vez abriendo todas sus ansias una mañana que las fuerzas se le metieron bajo las alas” (Pág. 15).</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Allí, en más de una de sus páginas vuelve a fijas posiciones respecto de lo geográfico, al señalar por ejemplo que los hombres no van al mar, porque en la única parte que afincan nuestras raíces, es precisamente en la tierra...Nace también el diálogo entre el fantasma de Caracoles (reflejo de un hombre o de todos los hombres), con Ala Viva. Surge nuevamente su planteamiento de mantener y cuidar de una tradición. Aquí dirá: “Yo cuido la tradición, cuido el recuerdo de todo ese esfuerzo que se d desplegó aquí: cuido la vida pasada de una época” (Pág 39). </span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Es el narrador el que hábilmente dirigido por Bahamonde, nos refleja su propio pensamiento.Y junto a la tradición, cuato años más tarde, lo contemporáneo, cuando en 1960 entrega su selección de 16 Poetas Nortinos, y al año siguiente, Antofagasta, pasión y poesía. Pasión, redactada por nuestro historiador Floreal Recabarren y poesía, puesta entre otros por Andrés Sabella, Durán Díaz, Nicolás Ferraro, Antonio rendic, Salvador reyes y otros, junto a Mario Bahamonde. El texto, como todos los de ésta época, contiene viñetas e ilustraciones de Nicolás Pérez y los hermanos Frida y Arturo Ramírez.La época universitaria, vivida en la sede de la Universidad de Chile, en nuestra cuidad, lo lleva a iniciar la Revista de Cultura Ancora y dentro de ella, en su número inicial, Bahamonde volverá a insistir en el rescate del pasado. Escribe sobre el viejo periodismo nortino.Hacia 1966, cuando la cuidad habla del primer centenario de su poblamiento, edita a través de Editorial Universitaria, dos volúmenes imprescindibles para conocer el desarrollo de la literatura nortina, con su correspondiente ensayo.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">De alguna manera, en todo narrador, subyace algo de historiador. Ya una vez José Antonio González P., describió el sentido de la historia que se presenta en la obra de Mario Bahamonde.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">La literatura nortina, así, no es ni ha sido nunca una literatura de mera imaginación, sino que lo es con fuerte arraigo histórico. Otra muestra, será su relato sobre Paposo la olvidada historia de un pueblo. Y para aseverar aún más lo expresado, en el volumen tres de Ancora, una cronología de Antofagasta que cubre los años que van entre 1707 7 1983.La historia por supuesto que aporta personajes, y así es cuando en 1968, Ancora cumple su cuarto número, dedica las páginas 37 a 44 a “Abraham Jesús Brito y la poesía popular nortina”, a quien considera “el más grande poeta popular que ha producido el norte del país”. Su figura humana auténticamente nortina, y su figura literaria, auténticamente popular, trazan la fisonomía literaria de un ser que merece más reconocimiento y mejor recuerdo de la zona” (Päg. 40).Bahamonde, insistimos, no sólo se queda en sus facetas de narrador y poeta. En 1960, dentro del marco del Primer Seminario Internacional de Literatura Hispanoamericana, realizado en la Universidad del Norte, da a conocer gran parte de sus planteamientos como teórico, a través de nosotros, es también relevante la faceta del ensayista y que de alguna manera aquí también indicamos. La idea de rescatar el pasado pareciera ser una constante. De esto está conciente y así lo expresa cuando reseña por ejemplo nuestro mapa literario:“Tal vez ninguna otra zona de Chile contenga tanto relato y tanta historia social, industrial y humana y tanta página literaria. Sin embargo, todo esto es poco conocido, poco difundido y no siempre bien apreciado en su verídica significación con respecto a la tierra y al hombre nortinos” (Pág. 85 y ss.).</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Más tarde al relacionar el conflicto tierra-hombre, distingue tres elementos fundamentales que deben presentarse como condición singular: ‘antigüedad’, ‘amplitud’ y ‘sensación de misterio’ (Cfr. Pág.88.). Y así, por lo menos, él lo ha demostrado a lo largo de su extensa obra.Conforme a lo primer, en Huellas Remotas, plantea: “...lo enterraron de acuerdo con sus costumbres ancestrales... y siguieron bebiendo y cantando los aires tristes de esos cerros, que son tan antiguos como toda la historia de la comunidad” (En Derroteros...pág. 51).</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Como ejemplo de lo segundo: “Pero tenía que seguir andando porque el único imperativo de su vida era llegar. ¿A dónde? ¡Llegar...legar! Al menos si hubiera un camino, una huella vieja que fuera ¡pero qué? Al fin toda la pampa era un solo camino. ¡Llegar! (Toda la pampa es un solo camino, en Derroteros..., pág. 217).</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Sin lugar a dudas que el plano ensayístico es también el surco donde convergen los caminos del humanismo. En 1971, Guía de la Producción Intelectual Nortina, que él aprecia como “estos ratros nortinos, con añoranzas, recuerdos y ganas de revitalizar nuestro pasado en función de un mejor mañana, más culto y más humano”, cuyas páginas amarillas, y no cargadas al avisaje, como las que se asocian a un listado telefónico, dan cuenta en apretada síntesis, del periodismo, de nuestras pequeñas historias regionales, de libros y autores valiosos y meritorios o de aquellos que han planteado nuestros problemas. Es el trabajo paciente de años de recopilación, de esa pasión juntapapeles, para que sirvan en el transcurso del tiempo y de la historia.Su obra está jalonada por diversos hitos. Es así que si el lector quisiera saber quiénes fueron y son, y qué hicieron los escritores de estas latitudes, recurra, sin más, a la Guía de la Producción Intelectual Nortina, cantera informativa de lo mucho que el norte tuvo y de lo poco que de él hemos conservado. Como grito mudo queda atrás lo perdido: documentos, periódicos, folclore, historia y registro de los tipos humanos, su habla, su historia y presencia. Es una invitación a dejar de lado de una vez por todas, lo que ya parece endémico entre nosotros: la improvisación y, a retomar y a comprender el verdadero valor de lo que significa nuestro pasado y nuestra tradición.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Su obsesión por el lenguaje que nos fue propio lo impulsó a entregar su maciza obra Diccionario de Voces del Norte de Chile, donde intenta testimoniar el habla, reconociendo lo difícil que es emprender esta tarea por carecer de antecedentes con la debida estrictez lingüística. Aquí, su enfoque cubre el eje sincrónico.Sí llegáramos a revisar en algún momento sus planteamientos expresado en 1969, respecto del relato literario del norte de Chile, volveríamos a encontrar médula y conocimiento. Aquí, cubre ahora el eje diacrónico, al leer, revisar y juzgar él mismo los textos que cita.Allí, hace más de un planteamiento válido respecto de cuáles son los tipos humanos de estas regiones y cuáles sus conflictos. Con esto, no se está indicando otra alternativa que hubo en Mario Bahamonde un ser juicioso, es decir, un ensayista, en el que todavía no hemos reparado. Bástenos como ejemplo, algunas expresiones tomadas a vuelo raudo, como ésta, aparecida en la Revista Ancora N° 6 que el dirigió:“La poesía lárica no es mala por el mero hecho de ser lugareña y localista. La poesía es mala por otras razones: por falta de calidad expresiva o por falta de talento artístico”.O cuántas oras deslizadas en su texto dado a conocer en 1980: Gabriela Mistral en Antofagasta . Años de forja y valentía. Pensemos cuánta verdad dice esta frase de su nota inicial: “Nuestra literatura chilena, en general, se renueva poco. Sólo de tarde en tarde surge talento, es decir, un renovador”. Y cuántas más, cuando prácticamente analiza y comenta expresión a expresión el Decálogo para una estética de la Mistral, como éste, por ejemplo: “Subirás de tu corazón a tu canto y te habrá purificado a ti el primero (G. Mistral). Reflexión de Bahamonde: “Y es verdad, por que cada artista arde en la sangre de su propia creación, la cual, si no nace desde el centro de la su vida, es imposible que pueda alcanzar profundidad”.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Desde otra perspectiva, este mismo texto, no deja de ser un trabajo de investigación, una novelización de esa vida, una recopilación de textos mistralianos comentados y enjuiciados.Recordemos también que toda obra gruesa y de arquitectura de El Caudillo de Copiapó, le implicó también un exhaustivo trabajo de investigación, tanto a nivel de textos periodísticos como históricos. Con un buen ojo de no cansado lector, aparece una y otra vez el ensayista. A lo mejor, un buen comentarista de cine podría decir que Bahamonde, cual excelente director, a cada instante le hace guiños al espectador.Indiquemos que las tres partes que constituyen la novela, se inician con un epígrafe. Uno de Jotabeche, otro tomado del periódico El Constituyente y el otro de Pedro Pablo Figueroa.Ruta Panamericana (1980), novela escrita en clave sobre una galería de personajes y hechos que reflejan tal vez, la otra cara de Antofagasta y su gente. A párrafos apoyados fuertemente por la técnica (Cfr.. págs 17 y ss.), donde relata ‘radialmente’ una carrera de caballos, al tiempo que por un sugerido montaje realizaríase el acto amatorio: “(Y él quietecito encima de la potranca, respirando apenas, con las piernas bien firmes por las costillas del animal...)” (pág 18); referencias a locales comerciales que sí existieron: “...al momento de salir de la Foto Alex con su sobrecito de seis fotografías tamaño carnet...” (pág. 88); así como de otros, que sólo existen en la imaginación del narrador: “Vivimos al lado, en la avenida Volney...” (pág 27); “...vivía en la avenida Escritor Salvador Reyes...” (pág. 40).Uno de los personajes que aparece es Joseph Pap (y no nos pidan descifrar la clave, pues por sus señas lo conocerís): “Vive en Antofagasta y pudo haber sido inmensamente rico, pero prefirió ser nortino... con su tamaño familiar y su impecable traje gris, tan señorial y sonriente” (pág 51 y ss.).Hay también juicios ácidos para Antofagasta: “Una aldea grande, enferma de alineación por ignorancia y ceguera. Pero es mejor que se desengañen por ustedes mismo y, cuando puedan, se aparezcan por acá a soportar su pobreza y a reírse de los figurones” (pág 52). Y junto a ello, una gran dosis de ironía y humor negro: “Señoras y señores: dentro de poco tendrán la oportunidad de presenciar el hecho más extraño de la historia humana, jamás presentado ante público alguno. Podrán presenciar la desintegración de un ser humano... la lucha del hombre contra su hambre” (pág.111).En otras de sus páginas vemos pantagruélicas enumeraciones que se generan de una “fritanguería espantosa”, a lo menos treinta variedades para degustar; así como el efecto que producirán las “píldoras Hollway”, panacea para aliviar una veintena de enfermedades. Es un poco también el influjo del realismo mágico en la novela contemporánea.Toda esta situación novelesca se genera por el diálogo que sostienen los pasajeros de un bus interprovincial, que sólo son identificados por los números de sus asientos. Hay soltura de mano en el narrar que demuestra el oficio del escritor, aunque a ratos esta agilidad baje en calibre literaria.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Gente de Greda o Los ceremoniales del tiempo, es una novela desarrollada con una perfecta interpolación de planos en el tiempo. Se descubre allí en las trece primeras páginas y cinco finales, un tiempo histórico o real, quedando la esencia misma de ella, en un tiempo mítico O irreal. Obra cercana a las de encantamientos, pues según definición de diccionarios, es del obrar maravillas ejerciendo un poder mágico sobre las cosas y personas, según creencia vulgar.Linealmente es el viaje en bus de una persona entre Vicuña y La Serena, recorrido que no alcanza a una hora cronológica. Literariamente, es la síntesis temporal que abarca desde los tiempo precolombinos, a través de la cultura Thiakitas, pasando por la llegada de los piratas y corsarios ingleses a nuestras costas (siglo XVI), presencia española en esa región y florecimiento de una particular cultura popular. Novela, entonces, donde se funde realidad y mito.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Con lo enunciado, se demuestra cumplir una de las tesis literarias para los escritores de la Generación del 38, según canon de Fernando Alegría, pues Bahamonde, que metodológicamente pertenece a esa generación, con esta obra, consigue “superar la expresión localista por medio de un realismo de base popular y de proyecciones universales”.Y aún más, si seguimos los planteamientos de Alegría, nos encontraremos con que en el taltalino, también existió una “preocupación por incorporar a la literatura zonas de nuestra sociedad hasta entonces ignoradas por otros escritores criollistas”. Preocupación que ya se había manifestado no sólo en su Guí..., sino también en su diccionario... En éstos, las zonas geográficas extremas cubren desde Arica hasta Los Vilos.Al tratar de penetrar un poco dentro de la novela podemos distinguir una serie de distintos niveles de lenguaje que van armando su verdadera configuración.</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">(texto incompleto...) </span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><strong>CORRIDOS Y DÉCIMAS POPULARES ESCRITAS EN HOMENAJE A MARIO BAHAMONDE Y A LA FAMILIA BAHAMONDE EN CHILOÉ</strong></span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"><strong>Referencia:</strong> el abuelo de Mario Bahamonde, Belisario Bahamonde, fue capitán de puerto en Chiloé y tuvo la responsabilidad de capturar al mítico bandido Ñancupel... después de este recordado acto le escribieron un corrido en su honor.</span></span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">CORRIDO DE PEDRO MARIA NACUPEL<br />(Anónimo popular chilote)<br /></p></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Oh, Jesús amoroso,<br />mi Dios y padre mío. Dame Dios entendimiento<br />en mi torpe fulmería.<br />El caso más peregrino<br />del señor Pedro Ñacúpel,<br />que en Melinka fue cautivo.<br />el capitán de ese puerto,<br />aunque tenía temor<br />con toda su policía<br />se embarca con gran valor.<br />El práctico que sabía<br />dónde estaba su habitación,<br />mandó izar las velas<br />y dio la dirección:<br />al Este casa de ramas,<br />Al sur mata de quilas.<br />Dicen que llegando a Melinka<br />Lo buscaban como flores<br />Al primero capitán<br />don Belisario Bahamonde<br />a cuya casa llegaban<br />en busca de provisiones<br />y una vez habilitados<br />se lanzaban como leones.<br />Los primeros que mataron<br />de Terao, los Manquemillas,<br />llevaron balas y macanas<br />y muchas embarcaciones,<br />encontrando chalupas<br />que andaban a la pesca.<br />Iremos con los hacheros<br />y que Dios nos favorezca.<br />Permitió la Omnipotencia,<br />El mismo verbo divino,<br />se fueron y lo agarraron<br />como pájaro en su nido.<br />lo llevaron a Melinka<br />con suena barra e grillos.<br />Esto decía Pedro Ñacúpel:<br />“En la cabeza me va a entrar“<br />hace lo que intento:<br />“no voy a dejar de matar“<br />no siendo que llegue a ciento.<br />“Vamos a Puerto Lobos,<br />hay un barco de franquicia,<br />“le quitaremos el dinero<br />para quitarles la vida.<br />”Y se fueron a efectuarlo<br />Esta mala compañía:<br />Los que estaban en el buque<br />Rindieron así la vida<br />Les sepultaron los cuerpos<br />En las cuevas escondidos.<br />Viéndose Pedro Ñacupel<br />De la suerte tan perdido<br />Principió a lamentarse<br />En la cárcel escondido.<br />Estas palabras decía:<br />“Conviene que yo padezca,<br />“padezco por gusto mío,<br />“yo mis intenciones eran,<br />“si no me fuera apresado,<br />“de pegar fuego a Melinka“<br />y matar los empleados.”<br />Y aquí da fin a esta historia.<br />El consejo será bueno:<br />y que sirva de ejemplo<br />el caso tan desgraciado<br />del povre Pedro Ñacúpel.<br />________________________________<br /></p></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">CARTA DE UN POETA POPULAR DEL NORTE CHICO A MARIO BAHAMONDE.<br />(Décimas populares)</span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br /></div><span style="font-size:85%;"></span></span><p align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Le contesto mensajero<br />y perdone la demora<br />pero he pasado las horas<br />trabajando en el sendero,<br />he vuelto a ver al minero<br />llevando la dura carga<br />de esas horas tan largas<br />donde el viento se acurruca,<br />han muerto las añuñucas<br />en las sierras de Agua Amarga.<br />¡Oh! Mis sierras de agua amarga,<br />atalaya de mi mundo,<br />con el amor más profundo<br />fuiste mi escuela más larga,<br />mi pluma sólo se encarga<br />de aliviarte este martirio<br />que sin agua y con delirio<br />suspira la flor marchita:<br />de Romero a Vizcachita<br />murieron todos los lirios.<br />El que nacido en el campo<br />de su tierra no se queja<br />porque aquí sólo se deja<br />las amarguras y el llanto,<br />aquí solloza el canto<br />como todo infortunio<br />he vuelto hoy al pasado,<br />aquí nací y esto es mío,<br />soy lágrima del rocío<br />en el sendero escarpado.<br />mi pregonero Bahamonde:<br />es el obrero que escribe<br />cuando el sol ya se despide<br />y en el ocaso se esconde,<br />el eco sólo responde<br />a los cantos del poeta,<br />que sólo tiene una meta<br />en las paredes salobres:<br />machacar el duro cobre<br />mano a mano con la veta.<br />Saqué del quisco la espina,<br />del obrero los lamentos,<br />del arriero el sufrimiento<br />tras la recue que camina...<br />con mis manos en la mina<br />tomé el barreno por guía,<br />maldecí la tiraníaq<br />ue explota nuestro Universo,<br />de allí nacieron los versos:<br />fue grito de rebeldía.<br />La fecha como comprende,<br />no recuerdo, y lo reprocho,<br />pero fue en el cincuenta y ocho<br />en la campaña de Allende;<br />tengo un pariente, don Bene,<br />viejito ciego y cantor<br />que es un rico payador,<br />a él lo escuché cantar<br />y era el verso popular<br />música, risa y dolor.<br />Me gustó “la popular”<br />porque es dura como el cerro,<br />si el perro se llama perro<br />no le puedo decir can,<br />si al explotador brutal<br />todos le llaman señor<br />yo le digo que es ladrón,<br />hasta ahí mi cortesía,<br />mi amor por la poesía<br />lo saqué sudando al sol.<br />Sólo escribo lo que siento<br />cuando mi mano encallada<br />después de dura jornada<br />descansa de los lamentos<br />describo a mi campamento,<br />a la madre sufrida,<br />porque en las sierras perdida<br />sal lado del barretero<br />ella da el amor sincero<br />y es capaz de dar la vida.<br />Hasta aquí llega lo escrito<br />sin que tenga la respuesta,<br />mi vida han sido las cuestas<br />con llantos, penas y gritos<br />desde aquel día bendito<br />que mi madre me trajera<br />fue en el campo, en primavera,<br />en octubre por fortuna,<br />el lugar se llama Tuna,<br />pues nací bajo una higuera.<br />Soy el tercero en la lista<br />y el mayor que otros once,<br />orgullosos estoy entonces<br />de mi pobre viejecita,<br />ya que mi pecho palpita<br />al recordar esto bello<br />me despido con destello<br />como a mí me corresponde<br />amigo Mario Bahamonde,<br />atentamente, Luis Cuello.<br />(Vallenar, 15 de Nov. De 1970)<br /></p></span>Mario Bahamonde Silvahttp://www.blogger.com/profile/04540264442651574615noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1262206418816982820.post-68310042504444577682007-06-30T17:22:00.000-07:002008-12-11T03:15:45.230-08:00FOTOGRAFÍAS DE MARIO BAHAMONDE<span style="font-family:trebuchet ms;"></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuDS9wDos1ykPzUUqMV99B6Q7ApiHIXBhdqpiw2mvwWfVXj7WYZm6krxYb7jZjPfRRX7Zy9ZMmCa-K_cobXnXo_PG6W1oClUxY4RF4CTDYVLAKvVlbPymh6R3ZJr6Lsf-qUl0CNi64ESE/s1600-h/abuelo%252Ben%252Bbici+rev.gif"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5082788848720015714" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuDS9wDos1ykPzUUqMV99B6Q7ApiHIXBhdqpiw2mvwWfVXj7WYZm6krxYb7jZjPfRRX7Zy9ZMmCa-K_cobXnXo_PG6W1oClUxY4RF4CTDYVLAKvVlbPymh6R3ZJr6Lsf-qUl0CNi64ESE/s400/abuelo%252Ben%252Bbici+rev.gif" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"> </span><div><div><div><div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">... en la bicileta. Foto tomada en el Estadio Municipal de Antofagasta<br /><br /></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5P-p9fJXzxJaDCsbaizKzb5rNpmuWbJ8UGuwZxfB9p-1fWLBp622EZZwjpuVlDVRLLbztJbLXDGcrfQi2Esc7o_XXbcOxQQQy94vC80_feQtj-ZTnWFb625qEyGn9zGIfRJOq_zB2nXY/s1600-h/abuelo+familia+rev.gif"></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkgqiJh3YH-_XYiaq5HQmAGpWP5apj0NvGlK6azSz_sB0BBBmkH1bHSrv34hPhC15IILBoU1SXnZu3NQjiIz0h2Qy3bH50rxNYUogwl3T80pTmEOCMfZWHmJUsW10jbk3xXPUhNZR61aI/s1600-h/abuelo+familia+revA.gif"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5082790613951574402" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkgqiJh3YH-_XYiaq5HQmAGpWP5apj0NvGlK6azSz_sB0BBBmkH1bHSrv34hPhC15IILBoU1SXnZu3NQjiIz0h2Qy3bH50rxNYUogwl3T80pTmEOCMfZWHmJUsW10jbk3xXPUhNZR61aI/s400/abuelo+familia+revA.gif" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><br />Bahamonde en familia (derecha)</span></div><div><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIsn6yJuDKWcFAuJQPSyWF5JIf3gh1bmZV6NQeKXnKLtwYGGH_sa1dXosuJSKIb3MagpPe313NUHCKvOdrsddbunzPbF-TzbWRugzwUAjVH01K8McO6cVZ9lOz7lIWlKnbxssE6K6L7go/s1600-h/abuelo%252Bliceo+revA.gif"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5082790858764710290" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIsn6yJuDKWcFAuJQPSyWF5JIf3gh1bmZV6NQeKXnKLtwYGGH_sa1dXosuJSKIb3MagpPe313NUHCKvOdrsddbunzPbF-TzbWRugzwUAjVH01K8McO6cVZ9lOz7lIWlKnbxssE6K6L7go/s400/abuelo%252Bliceo+revA.gif" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><br /></span></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcOgLJlMY79i4ASmw564T6ytN2_f6RsubkISdcDrl3v2H0SH0TfHJgjNBGDlTnxlespU7TvcFAPdqENhA9ypAmr22m1uhiggBRclzrdESYcbBb2m6C9OlwbKgbQk-l2MTGUM0f4it692A/s1600-h/abuelo+liceo.JPG"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></a></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Mario Bahamonde (iz. de pie) y los pupilos del Liceo de Hombres de Antofagasta</span></div></div></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div><span style="font-family:Trebuchet MS;font-size:85%;"></span></div><div><div><span style="font-size:85%;"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"></span></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtdnZZg_3JOaqjh-qCaaE6_pKpsJZvQMf507ycgfeBjhHwzKRIoSe3dTj5Av_bCcYkwu949MD050tIlALgxtduF4lBLsy2iprCGrRr45fexVDOsmJuJGuqTyzj3AZnHMW9-CAroGDsy4Q/s1600-h/abuelo1rev.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5082791228131897762" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtdnZZg_3JOaqjh-qCaaE6_pKpsJZvQMf507ycgfeBjhHwzKRIoSe3dTj5Av_bCcYkwu949MD050tIlALgxtduF4lBLsy2iprCGrRr45fexVDOsmJuJGuqTyzj3AZnHMW9-CAroGDsy4Q/s400/abuelo1rev.jpg" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><br />...En el desierto</span></div><div></div><div><span style="font-family:Trebuchet MS;font-size:85%;"></span></div></div><span style="font-size:85%;"></span></div><span style="font-size:85%;"></span></div><span style="font-size:85%;"></span></div><span style="font-size:85%;"></span></div><span style="font-size:85%;"></span><br /><span style="font-size:85%;"><div><br /></div><span style="font-family:trebuchet ms;"></span></span><div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjfbyMCN3QTcGgg7uLaIr4s3baAYkLLx_ddPAX_gIQDSFlltVvunK5-efBaDWossJq0IZSJz0NM-P6jh9KSdR3YphDEXUWbxq1XcQuIbV5NPbefMFbP9Hx8pdHeVEK6lmTZfOlUpEpc5g/s1600-h/MC0036310+revA.gif"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5082791631858823602" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjfbyMCN3QTcGgg7uLaIr4s3baAYkLLx_ddPAX_gIQDSFlltVvunK5-efBaDWossJq0IZSJz0NM-P6jh9KSdR3YphDEXUWbxq1XcQuIbV5NPbefMFbP9Hx8pdHeVEK6lmTZfOlUpEpc5g/s400/MC0036310+revA.gif" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><br />...Bahamonde conferenciando<br /><br /><br /></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicR98exehQM_hVkOh_YK3DFpNkSkzxkyK__G9ZIWz4aTW1S80L4lsjxKnd-h7wEA3MVKUad4vmx2g-_IBu1xySs_Y2Ta6w0NjYwB_nKiNADDqebcbSAFhyphenhyphenMn1mx3lYnDkGob6OclwRrd4/s1600-h/MC0036335retocado.gif"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5082791975456207298" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicR98exehQM_hVkOh_YK3DFpNkSkzxkyK__G9ZIWz4aTW1S80L4lsjxKnd-h7wEA3MVKUad4vmx2g-_IBu1xySs_Y2Ta6w0NjYwB_nKiNADDqebcbSAFhyphenhyphenMn1mx3lYnDkGob6OclwRrd4/s400/MC0036335retocado.gif" border="0" /></span></a></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Bahamonde década del 60 (siglo XX)<br /></span></div><div align="center"><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></span></div><br /><br /><div align="center"><span style="font-family:trebuchet ms;"></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><br /></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><br /></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"></span></div></div>Mario Bahamonde Silvahttp://www.blogger.com/profile/04540264442651574615noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1262206418816982820.post-68955853230742807322007-06-30T15:30:00.000-07:002008-12-11T03:15:45.477-08:00POESÍA DE MARIO BAHAMONDE (Portadas de sus publicaciones y algunos textos)<span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><br /></span><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC9z4A364RRiUELX-0CgynW3xHmZBcdJgEflAKi7IDalbG77uZQ398akHwt4qjmtjumRQaej2BRPHNQpC5dI6yePjbpxHPf80cwLQ4QHZvjWuR2TdFEfakbiycjjdY3KCA9FR04g9u8s4/s1600-h/y_al_norte_la_poes%C3%ADa.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5087213555333557858" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 150px; CURSOR: hand; HEIGHT: 208px" height="254" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC9z4A364RRiUELX-0CgynW3xHmZBcdJgEflAKi7IDalbG77uZQ398akHwt4qjmtjumRQaej2BRPHNQpC5dI6yePjbpxHPf80cwLQ4QHZvjWuR2TdFEfakbiycjjdY3KCA9FR04g9u8s4/s320/y_al_norte_la_poes%C3%ADa.jpg" width="150" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"> <span style="color:#ff6600;">Y AL NORTE... LA POESÍA</span></span></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Grupo Letras Antofagasta / 1961<br />acá Bahamonde aporta con el Premio Unico:<br />"Canto a la tierra del norte"<br />y "Animas de Pampa Unión"<br /></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><b></b></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><span style="font-size:85%;"></span></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><b></b></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><span style="font-size:85%;"></span></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><b></b></span></div><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpsFzy0CVY_0aYWfzUxKoPBuikau2oyQYv6pFlvGC2iMQgjQskVabBWAbvErgreAAZY1wL_4hlQMEkcOqsf2S515mimMx_9px_ernm5Vccr5jMgodIvcC3OzPG0Y5W7T4epcTUIjNru_0/s1600-h/antofagasta_pasi%C3%B3n_y_poes%C3%ADa.jpg"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5087214208168586866" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 148px; CURSOR: hand; HEIGHT: 203px" height="197" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpsFzy0CVY_0aYWfzUxKoPBuikau2oyQYv6pFlvGC2iMQgjQskVabBWAbvErgreAAZY1wL_4hlQMEkcOqsf2S515mimMx_9px_ernm5Vccr5jMgodIvcC3OzPG0Y5W7T4epcTUIjNru_0/s320/antofagasta_pasi%C3%B3n_y_poes%C3%ADa.jpg" width="164" border="0" /></span></a><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;color:#ff6600;">ANTOFAGASTA PASIÓN Y POESÍA</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">Antofagasta 1961. Edición a cargo de Mario Bahamonde<br />Acá se publicó el poema Antofagasta (de Bahamonde)<br /></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><b></b></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><span style="font-size:85%;"></span></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><b></b></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><span style="font-size:85%;"></span></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"><b></b></span></div><br /><p><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></p><br /><p><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></p><p><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></p><p><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></p><p><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></p><div><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"><b>Antología de poesía nortina (1966)</b><br /><i><b></b></i><br /></span></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"><i><b>SALITRE (1)</b></i><br /><br />Salitre, flor de la luz en tierra dura,<br />cristal aprisionado entre la pena,<br />camanchaca de luna sobre arena,<br />sudor de pueblo hervido en amargura.<br /><br />¿Quién en el tiempo coronó tu albura,<br />tu fuerza, tu pureza de azucena?<br />silencio de la piedra que encadena,<br />el desierto te esconde entre su hondura.<br /><br />Aquí está hombre, terco, mudo, duro,<br />amarrado a tu sed desesperada,<br />sembrando corazones en la tierra.<br /><br />Hunde su mano entre tu polen rudo,<br />bebe tu savia en lunas congeladas<br />y su sangre con una cruz te entierra.<br /><br />(1) Paráfrasis del soneto de P. Neruda<br /><br /><br /><br />LA NIÑA DE MEJILLONES<br /><br />El mar, la playa y el viento<br />en el corazón contento.<br />una mancha de sol rubio<br />en tu cabello dormido.<br /><br />Sobre el viento, la mañana;<br />sobre el mar, una gaviota;<br />sobre la playa, un recuerdo<br />y aquí en mi pecho, este canto.<br /><br />Un bote arando la pena<br />navega con remos muertos<br />y en el muelle, sobre el puerto,<br />el sol clava su cadena.<br /><br />Mejillones, rosa negra,<br />naufraga sobre recuerdos:<br />mineros de negras vetas,<br />veleros de blancos ruedos.<br /><br />Niña azul de Mejillones,<br />fantasma de los mineros,<br />cómo me grita el pasado<br />en su nidal de veleros.<br /><br />El mar, la playa y el viento<br />en el corazón contento.<br />Una mancha de sol rubio:<br />¿dónde estás, niña del cuento?<br /><br /><br />ANIMAS DE PAMPA UNION<br /><br />¿Recuerdas, hermano Juan?<br />Somos el alma del tiempo<br />que viene hasta este lugar:<br />tierra, silencio y soledad.<br />¡Qué distancia a lo de entonces!<br />¿Recuerdas, hermano Juan?<br /><br />Pampa Unión, tierra afiebrada y sedienta<br />para que el hombre viviera<br />su aventura de ser hombre.<br />Calles, vicio y audacia,<br />la Etelvina, la Muñeca y la Totué,<br />la Rosaura, la Camelia y la Lindura<br />en casa de doña Flor.<br />Un chinchel para la sed y un cuchillo<br />para el ojal.<br />Botellas, manos llenas<br />y una risotada rodando por el burdel.<br />y a veces, a pleno sol, una copla trasnochada:<br /><br />Es rico este Pampa Unión<br />porque tiene salitrales.<br />En el cantón de Aguas Blancas,<br />capataces y terrales.<br /><br />¿Recuerda, hermano Juan?<br />Tierra de salitreras en remolino de furia.<br />Dos columnas para el humo y un hombre<br />Para la historia.<br />-La “Curicó” me gusta a mí,<br />-Veinticuatro cachunchos tiene “Araucana”.<br />-En “Anita” padecí.<br />-Doscientas bateas hay en “Ausonia”,<br />-En “Aconcagua” viví.<br />-Un capataz de “Leonor” me anda buscando,<br />-“Filomena” es una flor muy sentada<br />entre dos coplas.<br />-De “Candelaria” me fui.<br />-En “Celia” hay un costero<br />que sabe hacerse la vida.<br />-Un amigo de la “Prat” me regaló<br />su cicatriz.<br /><br />¿Recuerdas, hermano Juan?<br /><br />Pampa Unión, noche y día, viento y sol.<br />Los hombres venían de lejos<br />a echar su suerte furiosa, cara negra, gesto de salitre en las manos,<br />y ya alguien lo decía con el corazón<br /><br />Pampa Unión me gusta a mí<br />lunes y martes en grande,<br />miércoles, jueves y viernes,<br />y hasta el sábado el sábado en la tarde.<br /><br />-¿Y el domingo?<br />-Deja que el cuerpo descanse<br />porque la calichera es honda<br />y la vida es una sola.<br /><br />¿Recuerdas, hermano Juan?<br />Pampa Unión, pueblo de pedrería<br />para el corazón del pampino.<br />El viento entre las guitarras,<br />en cada puerta una orgía<br />y por las calles, la agria voz de la vida.<br />Gesto de tierra en el alma y un espasmo<br />en cada día.<br /><br />Tú te quedaste dormido bajo el puñal de un amigo.<br />La luna se revolcaba en tu sangre y en tu vino,<br />y la tierra se los bebía como un caldo<br />de salitre.<br />Yo no sé qué fue de mí no de este pueblo<br />de bulla.<br />Tal vez se lo bebió el destino<br />en un atardecer de furia.<br />¿Recuerdas, hermano Juan?<br /><br /><strong>(Antología de la poesía nortina, compilación y notas de MARIO BAHAMONDE, Universidad de Chile, Departamento de Extensión Universitaria, Antofagasta, 1966)</strong><br /></span></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;"></span></div><div><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"><strong>OTROS POEMAS:</strong><br /><br /><br /></span></span><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:85%;">SOLEDAD<br /><br />Aquí no vuela un pájaro ni un grito.<br />Vive la muerte diseminada<br />soledad, su terrible y calcinada<br />y pétrea empuñadura de granito .<br /><br />El aletazo pertinaz del mito<br />desenterró la piedra de la nada<br />y germinó la sal cristalizada<br />en la luz mineral y el infinito.<br /><br />Un día llegó el hombre, silencioso,<br />arreó su corazón de veta en veta,<br />de muerte en muerte, terco y ambicioso.<br /><br />Recorrió el cobre, el viento, la yareta,<br />y en la ambulante soledad desierta<br />nació la risa de una flor abierta.<br /><br /><br /><br />SALITRE<br /><br />Salitre de luz en tierra dura,<br />cristal aprisionado entre la pena,<br />camanchaca de luna sobre arena,<br />sudor de pueblo hervido en amargura.<br /><br />¿Quién en el tiempo coronó tu albura<br />tu fuerza, tu pureza de azucena?<br />Silencio de la piedra que encadena,<br />el desierto te esconde entre su hondura.<br /><br />Aquí está el hombre, terco, mudo, duro,<br />amarrado a tu sed desesperada,<br />sembrando corazones en la tierra.<br /><br />Hunde su mano entre su polen rudo<br />bebe tu savia en lunas congelada<br />y su sangre con una cruz te encierra.<br /><br /><br /><br />CALAMA<br /><br />Casi una orilla del desierto vivo,<br />casi una verde ola de fantasmas,<br />casi un barrio de Chuqui con el alma<br />de un campesino casi sorprendido.<br /><br />Una estación el tren en el camino.<br />Choclos y pólvora, río y alfalfa.<br />Te defiendes del frío de la pampa<br />con el ala del poncho de tu vino.<br /><br />Casi cordillera en tu olor a puna,<br />casi un nombre solo en sitial de gloria,<br />casi una flor rubia lejos del mar.<br /><br />Calama, casi sueño, casi lucha,<br />hay en tu casi mudo, casi boca,<br />un pueblo verde con raíz de sal.<br /><br /><br /><br />VIENTO<br /><br />Ya en la tarde comienza la batalla.<br />La mano gris del viento empuña su ira<br />y arremete bramando, canto y lira,<br />contra el sediento pedregal que calla.<br /><br />Furia y duelo, todo el desierto estalla<br />en una inmensa llamarada. Gira<br />el arenal ardiente que delira<br />y el viento es un azote que resalta.<br /><br />Su galope se duerme en el distancia:<br />ulula en Pampa Unión, en Sierra Gorda,<br />como el viejo fantasma de una horda<br /><br />de mil cuchillos que hieren su arrogancia.<br />El viento grita y muerde a pecho abierto.<br />Se oye la voz rebelde del desierto.<br /><br /><br />TALTAL<br /><br />Cada noche de amor Taltal despierta<br />en su insomnio de viejo aventurero<br />para llorar de sed por el viajero<br />que sembrará una estrella ante su puerta.<br /><br />Pero todo se fue: el sol, la huerta,<br />el cateador, el loco y el minero,<br />apenas quedó junto al salitrero<br />sobre la playa una gaviota muerta.<br /><br />Una rosa de paz en la bahía,<br />la costa abrupta, la melancolía<br />de un atardecer: piedra, cerro, alma.<br /><br />Y hay tanta sed entre su calma<br />que el mar sobre la arena se recuesta<br />para no desvelarlo de su siesta.<br /></span></div>Mario Bahamonde Silvahttp://www.blogger.com/profile/04540264442651574615noreply@blogger.com0